Bilbao - La autopista AP-68 estuvo cortada al trafico durante casi una hora a la altura de Orozko como consecuencia del incendio de varias ruedas del remolque de un camión que circulaba por la vía rápida. El incidente provocó que buena parte de la carga que transportaba el tráiler se cayera al asfalto. Afortunadamente no se registró herido alguno.
Según informaron ayer fuentes del Departamento de Seguridad, los hechos ocurrieron sobre las 08.10 de la mañana de ayer cuando el conductor de un camión que transportaba en una cisterna polvo de acería en dirección a Bilbao, a la altura del kilómetro 16 de la autopista, se dio cuenta de una de las ruedas traseras derecha había tomado fuego. El camionero paró de inmediato el transporte aparcando en el arcén y avisó a Emergencias para ayudarle en la extinción de las llamas. A pesar de la rapidez con la que llegaron los bomberos de la Diputación, el fuego se extendió y afectó a las otras ruedas y provocó que, a consecuencia de las altas temperaturas, la cisterna se rompiera y se abriera un agujero en el depósito.
El boquete abierto supuso que buena parte de la carga se desprendiera e invadiera el arcén y parte del carril derecho de la autopista. La cabina del camión resultó intacta ya que el conductor del transporte, que resultó ileso, actuó con diligencia y desenganchó la cisterna siniestrada para evitar que, si las llamas se propagaban, afectarán a la cabeza tractora.
Las patrullas de la Ertzaintza cortaron en un principio el mencionado carril pero finalmente tuvieron que suspender el tráfico en su integridad en la autopista en sentido Bilbao. Incluso ampliaron el corte a un carril de la dirección contraria para aumentar el perímetro de seguridad y que los bomberos pudieran actuar con seguridad en sus labores.
Retenciones El corte de la autopista se tradujo en que las retenciones de vehículos fueran de más de un kilómetro de longitud aunque no duraron mucho. Una vez fue comprobado que la carga de la cisterna no era peligrosa dieron permiso para abrir primero dos carriles al tráfico -los izquierdos en ambos sentidos- y después el resto, excepto el tramo donde se quedó el camión siniestrado.
Tras extinguir las llamas y cerciorarse de que la carga carecía de riesgo, los bomberos se retiraron para dar paso a las brigadas de mantenimiento de la autopista que fueron las encargadas de retirar de la zona de circulación los restos que quedaron tras el incendio. El camionero y el vehículo siniestrado quedaron en ese mismo punto hasta que la empresa responsable procuró un nuevo transporte para recoger la mercancía que había quedado en la cisterna y trasvasarla a un nuevo depósito para llevarla a su lugar de destino.