Las llamas no impiden que el Tamarises siga con su trabajo
Un incendio de madrugada causa graves daños en el tejado, el ático, así como en el almacén del restaurante Pese a los destrozos, pudieron atender las comidas del día con normalidad
GETXO - Los propietarios del restaurante Tamarises de Getxo tuvieron ayer un despertar sobresaltado a causa del incendio que la madrugada de ayer -en torno a las 5.30 horas- causó graves daños en el tejado, el ático y la zona de almacenes del establecimiento hostelero. Por suerte, la rápida actuación de los Bomberos hizo que todo quedase en un gran susto y, pese a lo aparatoso del incendio, el restaurante pudo reanudar su actividad ayer mismo.
Por causas que aún no se han esclarecido, hacia las 05.25 horas, la zona del tejado, de oficinas y el almacén del restaurante situado en el muelle de Ereaga se convertían en pasto de las llamas. Hasta el lugar se desplazaron con celeridad una dotación de Bomberos de la Diputación Foral de Bizkaia. Esa rapidez de actuación hizo que el fuego pudiera ser controlado rápidamente. "Por suerte, la rápida actuación de los Bomberos ha hecho que las llamas no se extendiesen a otras partes del restaurante. La verdad es que nos hemos llevado un buen susto, pensé que se nos podía venir abajo un trabajo de dos años", explicó Javi Izarra, socio del restaurante Tamarises. Lo cierto es que las llamas podían haberse extendido con facilidad, puesto que la parte del establecimiento que se incendió tenía la estructura de madera. "El incendio ha sido llamativo y sus consecuencias parecen más aparatosas de lo que son", declaró el chef y socio del local, Fernando Canales. Y es que, desde el exterior, se podía comprobar que parte del tejado había quedado totalmente calcinado y que su estructura de madera se había caído.
En su actuación, los Bomberos forales también desalojaron el hotel Tamarises, situado junto al restaurante. Ante la cercanía de ambos edificios, el Cuerpo decidió evacuar por precaución a quienes a esas horas dormían y trabajaban en el hospedaje. Según informaron a DEIA fuentes cercanas al hotel, "nos evacuaron por precaución, pero al de 20 minutos ya pudimos volver al hotel. Nuestras instalaciones no han sufrido daño alguno", precisaron. Una vez pasados los momentos de mayor peligro y con las llamas ya controladas, los Bomberos continuaron con su labor hasta que, a las 06.20 horas, se dio por extinguido el incendio. Pese a todo, permaneció en las inmediaciones del local un retén para evitar que los rescoldos y las cenizas pudiesen dar origen a un nuevo fuego.
vuelta a la normalidad Con la llegada del amanecer y con el susto aún metido en el cuerpo, llegaba el momento de evaluar daños y tratar de recuperar la normalidad a la mayor brevedad posible. En la primera inspección ya se comprobó que las cocinas no habían sufrido daños y que el restaurante podría abrir sus puertas escasas horas después de haber sido pasto de las llamas. "Las dos cocinas están intactas y seguirán funcionando a pleno rendimiento, como siempre", declaró Izarra. Mientras tanto, el ritmo era frenético en el restaurante. Había que minimizar los estragos ocasionados por el fuego para dar el servicio con la mayor normalidad posible. El agua utilizada por los Bomberos para extinguir las llamas dejó inutilizable el comedor más pequeño del restaurante, por lo que los menús del día se sirvieron en la cafetería Serantes.
Unos limpiaban y otros evaluaban daños mientras, por ejemplo, otros trabajadores del restaurante hacían labores tan necesarias como comprar la ropa de cocina para los empleados, puesto que, al incendiarse el almacén se echaron a perder ropas y utensilios. Pero la actividad no se ceñía solo al interior del establecimiento. Fuera había varios operarios subidos a una gran grúa para poder evaluar los daños sufridos por el tejado. En la entrada del local también había cristaleros que se afanaban en reponer los cristales que se habían roto en el incendio. Todos ellos, unidos, lograron que el servicio fuese lo más normal posible pese al incendio que les sobresaltó en la madrugada de ayer. "Dentro de todo lo ocurrido, hemos tenido suerte. Podía haber sido mucho peor", señaló Izarra.
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