Dos encapuchados atracan una oficina de La Caixa en Barakaldo
Iban armados con pistolas y maniataron con bridas a empleados y clientes
Barakaldo. Los dos empleados y cinco clientes de la oficina de La Caixa ubicada en la plaza del Desierto, en la zona Urban de Barakaldo, pasaron ayer el que posiblemente se convertirá en uno de los peores días de sus vidas. Minutos antes de la hora de cierre, cuando casi habían llegado las dos de la tarde, dos hombres -que cubrían sus caras con un buff y con gafas de sol oscuras- entraron en la sucursal armados con dos pistolas y encañonaron a los allí presentes al grito de ¡Esto es un atraco! "Hablaban en un perfecto castellano y sin ningún acento", indicó a DEIA una de las víctimas.
En el interior de la sucursal se encontraban dos empleados y cinco clientes. Según relató una de las víctimas, los atracadores amenazaron a los allí presentes y les condujeron hacia el despacho del director de la oficina. Una vez allí, les obligaron a tumbarse en el suelo y les maniataron con bridas. "Estábamos muy nerviosos y teníamos miedo, aunque los atracadores nos decían que estuviéramos tranquilos, que no nos iban a hacer daño y que solo querían el dinero del banco y no el nuestro", explica uno de los rehenes.
A pesar de que la oficina se ubica en una zona muy concurrida y con diversos comercios en las inmediaciones, entre ellos otra entidad bancaria, nadie se percató de lo que sucedía en el interior de La Caixa. Así, los rehenes permanecieron tendidos en el suelo y atados con bridas durante algo más de media hora hasta que los asaltantes se hicieron con el botín que buscaban, dinero en metálico. Desde la entidad bancaria rehusaron confirmar si los atracadores finalmente se habían llevado su botín y a dar más información sobre el robo, ya que el caso se encuentra en proceso de investigación.
No obstante, una de las víctimas aseguró que "sí se llevaron dinero" y que para conseguirlo, a punta de pistola, "obligaron al director a abrirles la caja", especificó.
Después, los dos encapuchados abandonaron el lugar, dejando a los siete rehenes sanos y salvos, aunque aún atados. "Vas a hacer cualquier gestión al banco y no te esperas que te pase algo así, ni que te apunten con una pistola a la cabeza. Están muy nerviosos, incluso ha tenido que venir una ambulancia para atenderles por la ansiedad de la situación", afirmó la pareja de una de las víctimas, mientras le esperaba en el exterior de la sucursal. "Estaban dentro de la oficina con las manos atadas a la espalda con bridas de plástico. Ha tenido que venir una vecina a abrirles la puerta y los sanitarios de la ambulancia han tenido que cortar las bridas para poder soltarles, es lógico que estén asustados", señaló el padre de una de las víctimas.
La investigación Tras el atraco, patrullas de la Policía Municipal, la Ertzaintza, así como una ambulancia se trasladaron al lugar para atender a los afectados.
La Policía vasca puso en marcha una investigación, recopilaron pruebas y huellas dactilares y tomaron declaración a las víctimas. La grabación de las cámaras de seguridad de la sucursal es otro de los elementos que utilizarán los investigadores para tratar de identificar a los sospechosos.
Tal y como indicaron fuentes de la Caixa, la sucursal volverá a retomar la actividad habitual el próximo lunes.
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