Bilbao. El mismo día en que expiraba el plazo judicial concedido al banco para devolver los 119.900 euros sustraídos de forma ilícita por el subdirector de una de sus sucursales en Bilbao a un cliente -se incluyen los 89.698 euros estafados más los intereses y las costas del proceso judicial-, Banesto ha movido ficha. La entidad bancaria ha decidido depositar un aval, por la cantidad total defraudada, en la Audiencia Provincial de Bizkaia, invalidando así la orden de embargo concedida al estafado por el Juzgado de Instrucción número 5 de Bilbao. "Yo pensaba que pagaban o no, pero no que podían salir con una jugarreta como esta. Llevo más de dos años luchando por que me devuelvan mi dinero. Esto se me escapa de las manos", afirma Ignacio, víctima del fraude.

Lo que empezó siendo un juicio por la estafa de uno de los empleados del banco -el subdirector sacó sistemáticamente y sin permiso el dinero de la cuenta, falsificando la firma- ha acabado convirtiéndose en una contienda entre Banesto y el defraudado. Ignacio reclama que el banco se haga cargo de su responsabilidad civil y abone los 89.698 euros defraudados así como los intereses que hubiera generado ese dinero en el fondo de inversión a largo plazo donde estaba ingresado, además de las costas del juicio; es decir, 119.900 euros. Por su parte, Banesto parece no admitir la responsabilidad civil subsidiaria decretada por el juez ante la insolvencia declarada de su empleado.

Polémica Desde la entidad bancaria no quisieron entrar "en polémica" y debido a su "política de comunicación" prefirieron no hacer declaraciones al respecto. La intención de Ignacio era presentarse hoy a las 11.00 horas en la sucursal de la calle Alameda Rekalde de Bilbao junto a su abogado y con la orden de embargo en la mano para recuperar su dinero. No será así.

El portavoz de la entidad bancaria afirmó a DEIA que "no se va a producir ningún embargo porque hay un aval depositado en el Juzgado que lo anula hasta que la sentencia sea firme". Además, las mismas fuentes aseguraron que la decisión de hacer entrega del aval o de devolver a Ignacio su dinero "está en manos de la asesoría jurídica del banco". "Si por mí fuera -indicaron- el pago ya se habría realizado".

"Pensaba que iban a pagar antes de llegar al extremo de que nos presentáramos en la sucursal, pero no me esperaba esto", asegura Ignacio. Y es que la decisión tomada por la firma financiera invalida la orden de embargo y deja en manos de la Audiencia Provincial la decisión de entregar o no el dinero a la víctima, una vez se firme la sentencia.