bilbao. Las estafas siguen cobrándose víctimas. Esta vez ha sido una mujer la afectada por el timo del dinero tintado. La cantidad que la víctima ha perdido se cifra en 400.000 euros y, por suerte, uno de los timadores, Y.O., fue detenido el pasado 10 de septiembre por la Policía Nacional. Todo ocurrió hace dos meses, cuando dos personas contactaron con M.M.B.A. para interesarse por una caravana que ésta tenía en venta. Además, aprovechando que la afectada es comercial, los estafadores le pidieron ayuda para comprar una casa de lujo.
Entonces, los presuntos timadores comentaron a la víctima que su dinero estaba manchado y limpiaron los billetes delante de la mujer, para hacerle creer que los billetes eran auténticos. Esto hizo que los presuntos estafadores se ganasen la confianza de la víctima y dio pie a que le pidiesen dinero.
Primero lo hicieron con la excusa de adquirir productos de limpieza para los billetes. Después, pidieron dinero para pagar supuestas fianzas y gastos por abogados. La víctima accedió en todo momento y entregó el dinero bien en mano o haciendo transferencias por Correos o agencias especializadas. Mientras tanto, los estafadores convencieron a la mujer de que era una inversión con la que lograría grandes beneficios.
La confianza de M.M.B.A. acabó cuando, sospechando que estaba siendo estafada, puso una denuncia en la Policía Nacional. Luego, la mujer concertó una cita con los estafadores y los agentes activaron un dispositivo por el que detuvieron a Y.O. cuando iba a recoger 8.000 euros. Además, se le intervinieron un vehículo, cuatro teléfonos móviles y documentación bancaria. El detenido ha sido puesto a disposición judicial, mientras que la Policía investiga si ha realizado estafas similares.
Agresión a un pizzero Ayer a las 0.10 horas, la Ertzaintza fue alertada de un intento de robo en una pizzería de Santutxu. Cuando los agentes llegaron al lugar, se encontraron al propietario tumbado en el suelo y semiinconsciente. El hombre les indicó que había sido agredido por tres personas. La Ertzaintza inició la búsqueda de los agresores y los localizó en Solokoetxe, cuando se limpiaban la sangre producida por la paliza. Tras ser identificados, uno de los agresores confesó la autoría de los hechos y los tres fueron detenidos por un robo con violencia.