BILBAO. Sobre las ocho de la tarde del día de ayer una patrulla observó en la calle Luis Briñas cómo un turismo circulaba a gran velocidad, rebasando en rojo dos semáforos en José María Zunzunegui, obligando a los peatones a apartarse para evitar ser atropellados. En Felipe Serrate se detuvo de forma temeraria, teniendo que parar varios vehículos con prioridad para evitar la colisión.

Al acercarse al turismo los agentes vieron que el conductor se había colocado en un asiento trasero, estando acompañado por una mujer que iba de copiloto. El hombre aseguró que no era él el que guiaba el vehículo y que el conducto se acababa de ir.

El sospechoso, de 23 años, presentaba síntomas evidentes de encontrarse bajo la influencia del alcohol y las drogas. En la prueba de alcoholemia arrojó un resultado positivo de 0,54 miligramo de alcohol por litro de aire expirado, siendo el máximo permitido de 0,25.

El detenido no posee carné de conducir, y tiene pendientes dos órdenes judiciales, una de detención dictada por un Juzgado de Bilbao y otra de ingreso en prisión dictada por un Juzgado de Ciudad Real.