El sueño es fundamental para nuestra salud. Más allá de su efecto reparador para el cuerpo y el cerebro, llega a tener una importancia vital. “El tiempo que dedicamos al sueño está altamente relacionado con cuántos años vamos a vivir”, así lo reconoce el doctor Carlos Egea, especialista en Neumología y responsable de la Unidad de Sueño del Centro Médico Quirónsalud Plaza Euskadi. “Se ha demostrado que dormir fuera de la ventana de lo recomendable proporciona un riesgo mayor de tener problemas cardiovasculares y, por lo tanto, de vivir menos años”, afirma el doctor.

Precisamente, el Día Mundial del Sueño, que se celebra el 14 de marzo, brinda la oportunidad de reflexionar sobre este aspecto, exhortando con su lema a hacer de la salud del sueño una prioridad. En Euskadi, alrededor del 46% de la población sufre algún tipo de trastorno del sueño. En el caso de las mujeres, el trastorno más habitual es el insomnio y en el caso de los hombres, la apnea obstructiva del sueño.

En la actualidad, nuestro ritmo de vida frenético, el estrés… afectan a la calidad del descanso nocturno. “El principal problema es que culturalmente el sueño siempre se ha peleado con nuestro ritmo de vida. Como no tenemos tiempo para nada, tampoco lo tenemos para dormir, porque lo utilizamos para otras cosas", expone el Dr. Egea. En este sentido, apela a "cuidar algo tan sencillo como cuándo me voy a la cama. Debemos acostarnos aproximadamente a la misma hora todos los días y debemos garantizar un tiempo de sueño que oscile entre las 7 y las 9 horas”.

El ritmo de vida actual y el estrés afectan a la calidad del sueño. Quirónsalud Plaza Euskadi

Polisomnografía domiciliaria

En la Unidad de Sueño de Quirónsalud Plaza Euskadi han dado un paso más en el estudio de este componente esencial de la salud y el bienestar. Así, mediante la polisomnografía domiciliaria analizan el sueño en el entorno habitual del paciente, como es su casa y su propia cama, más favorable que el medio hospitalario. Ello les reporta numerosos beneficios, entre otros “la garantía de que el estudio es válido y la seguridad de que la persona está en su medio más adecuado, que es donde duerme siempre”, indica el doctor Egea.

En opinión de este especialista en la materia, la calidad del sueño influye de una manera decisiva en nuestra capacidad física y mental, porque “es un fenómeno como de descanso e hibernación, disminuye tanto la frecuencia cardíaca como la respiratoria. Baja todo y durante ese periodo de la noche, además, nos hacemos más inteligentes”, subraya. Así, por ejemplo, los deportistas lo perciben en su rendimiento e incluso en la reducción de lesiones dependiendo del número de horas que duerman.

"La calidad del sueño influye de una manera decisiva en nuestra capacidad física y mental"

A este respecto, advierte del impacto de los medios tecnológicos en adolescentes y jóvenes que impiden que se acuesten en tiempo y forma. “Como retrasan el inicio del sueño, ya van con escasez de sueño al colegio, universidad, trabajo... y eso impacta de una manera brutal, porque se ha visto incluso que el estar constantemente con el móvil no solo empobrece el lenguaje porque no se socializa, sino que afecta a la calidad de sueño y el sueño es vida”. De ahí la importancia de cuidarlo.

Apneas e insomnio, principales patologías del sueño

Entre las patologías del sueño que pueden afectar seriamente a nuestra salud, "la apnea del sueño, que padece casi el 25% de la población, y el insomnio crónico, con casi el 15%, son las reinas, más allá de que el 60% de los vascos no duerme de lunes a viernes las horas necesarias", detalla el Dr. Egea. Además, cita la narcolepsia, cuando la persona se duerme por las esquinas, el síndrome de piernas inquietas, que es más frecuente en mujeres y no les deja dormir, los terrores nocturnos de los niños... A su modo de ver, existen “más de 100 trastornos del sueño que se pueden tener, aunque todo el mundo conoce el ronquido y el insomnio como los más frecuentes”.

¿Quieres saber más sobre las apneas? El síndrome de apneas-hipopneas del sueño (SAHS) es un trastorno complejo, heterogéneo y causado por múltiples factores. El estudio ISAC identificó tres fenotipos: pacientes con «sueño alterado» (32,7%), «mínimamente sintomáticos» (24,7%) y «somnolientos» (42,6%). Así, el responsable de la Unidad de Sueño del Centro Médico Quirónsalud Plaza Euskadi explica que “hay quienes se duermen conduciendo, quienes se duermen después de comer dos horas, los que tienen mucho sueño, personas que se les fragmenta el sueño, que se despiertan constantemente y hay de los que no les pasa nada, solo que su pareja sufre la enfermedad del oyente, la cual motiva que muchos pacientes vengan a vernos”.

El último consenso alcanzado entre los especialistas en sueño y consensuado a nivel internacional, apunta que 15 apneas por hora, es decir, dejar de respirar al menos 15 veces por hora asociado a ronquidos o no, es indicativo de tratamiento porque "se ha visto que tiene relación con la hipertensión, infartos e ictus y, por tanto, con cuántos años va a vivir una persona".

Tener 15 apneas por hora, asociado a ronquidos o no, es indicativo de tratamiento porque "se ha visto que tiene relación con la hipertensión, infartos e ictus y, por tanto, con cuántos años va a vivir una persona"

La adaptación a la CPAP dura de tres a seis meses para casi el 90% de los pacientes, si bien los primeros meses del tratamiento pueden estar condicionados por un rechazo a la máquina o intolerancia a la misma por diferentes motivos: sequedad, hemorragia nasal... “Solo entre el 5-10% rechaza el CPAP por los efectos secundarios o porque no se acostumbran a ello”, asegura el doctor Egea, al tiempo que informa de que se pueden buscar otras alternativas si hay rechazo. En cualquier caso, aconseja “que se siga el proceso, que se intente continuar con el tratamiento si no se sufre una intolerancia. Y en este caso, buscar tratamientos para conseguir eliminar esa sequedad, sangrado... y poder usar la CPAP”.

El doctor Carlos Egea subraya la importancia de tratarse las apneas del sueño. Quirónsalud Plaza Euskadi

Tratamiento eficaz

Además, para que el tratamiento sea eficaz, como mínimo debería usarse unas cuatro horas diarias de sueño, recuerda. También hay que atender al sobrepeso y la obesidad, ya que “si modifico mis hábitos de vida: no ceno mucho, no fumo, no bebo y además bajo de peso es posible que baje el número de apneas por hora y pueda abandonar el tratamiento”, avanza el neumólogo. Si aun cambiando el estilo de vida, es decir, adelgazando y cuidándose, no mejoran las apneas del sueño, se lleva a cabo el tratamiento con la CPAP o bien otros alternativos en el caso de que la CPAP no sirva a ese paciente, como son los dispositivos intraorales. Pero “claramente hay que tratarse las apneas”, insiste.

"Si modifico mis hábitos de vida: no ceno mucho, no fumo, no bebo y además bajo de peso es posible que baje el número de apneas por hora"

Centro Médico Quirónsalud Plaza Euskadi. Quirónsalud Plaza Euskadi

CURIOSIDADES SOBRE LAS APNEAS DEL SUEÑO

  • ¿Por qué los hombres tienen más que las mujeres?

El doctor Carlos Egea, especialista en Neumología y responsable de la Unidad de Sueño del Centro Médico Quirónsalud Plaza Euskadi, considera que tiene mucha relación con la forma de la cara, que tiene cada vez más tendencia a perder espacio y, sin embargo, la lengua se mantiene. “Eso es lo que condiciona, ese tono que se pierde cuando se duerme, el tono muscular, la lengua cae y hace que ronquemos. Y además, los hombres tienen las fascias antropológicas más rígidas y duras que las mujeres, con lo que los espacios son diferentes”.

  • ¿Pueden ser responsables de la nicturia?

Desde hace años se ha demostrado que la nicturia, el orinar varias veces a la noche, tiene que ver con la apnea del sueño. Por eso, "una vez que los pacientes van a los servicios de urología y se ve que no tienen alteraciones ni de próstata ni de vejiga, ni de la uretra, son enviados a la Unidad del Sueño, porque los urólogos saben que la posición al dormir condiciona que vayas a orinar sin beber más de lo habitual", puntualiza el Dr. Egea.

Con todo, la apnea del sueño se puede incluso operar. La primera opción y el tratamiento más efectivo es la CPAP, seguida del dispositivo intraoral, en función de cómo tiene el paciente la vía oral y la dentadura. “Si el dispositivo no es apto por la laringe o no se tolera la CPAP, siempre está la vía quirúrgica del otorrino, que tiene ya varios proyectos en este país que funcionan, pero después de probar las otras alternativas”, concluye el responsable de la Unidad de Sueño del Centro Médico Quirónsalud Plaza Euskadi