“El uso de anticonceptivos hormonales combinados, un tratamiento que reciben muchas mujeres, aumenta el riesgo trombótico entre 3 y 7 veces, lo que supone unos 3-15 casos de trombosis por cada 10.000 mujeres/año. Esto va a depender también mucho de que existan otros factores de riesgo trombótico”, explica la hematóloga e investigadora Pilar Llamas. 

En el libro Trombosis en la mujer: una visión integral y práctica, coordinado por la doctora Pilar Llamas y presentado en un reciente congreso sobre hematología celebrado en Sevilla, se abordan los cambios fisiológicos homeostáticos en la gestación, la tromboembolia venosa y la anticoagulación, la trombofilia y las pérdidas fetales, así como la implicación de la hemostasia en mujeres con complicaciones vasculares gestacionales o que se hayan sometido a técnicas de reproducción in vitro o tratamiento hormonal.

Entre los factores de riesgo trombótico destacan los antecedentes personales o familiares, el tabaquismo, el sobrepeso o tener una trombofilia de base. “Estos factores marcan la estrategia para realizar una profilaxis antitrombótica en una mujer en edad fértil”, comenta la especialista.

Asimismo, la doctora Pilar Llamas resalta lo referente al uso de los anticonceptivos hormonales combinados, “una terapia que reciben muchas mujeres y a consecuencia de la cual, desafortunadamente, algunas van a desarrollar trombosis”.

¿Qué objetivo busca con este libro? 

Recopilar en un solo documento todos los temas de interés en relación con la trombosis y la mujer, para que los profesionales puedan tenerlo todo concentrado y revisado en un único documento.

La trombosis es muy prevalente en la mujer. ¿No parecía hasta hace bien poco que fuera una enfermedad más prevalente en hombres?

La mujer a lo largo de su vida tiene diferentes etapas y cada una de ellas estará condicionada por diferentes factores. Tanto en la mujer como en el hombre, a partir de los 40 años la posibilidad de trombosis aumenta de manera exponencial con la edad. Además, cuando envejecemos sumamos otra serie de factores como las fracturas, el sedentarismo, la obesidad. Pero en la mujer hay una época, que es su época fértil, que es cuando tiene más riesgo de trombosis que el hombre.

¿Por qué esta prevalencia de género en esta patología?

Porque está sometida a condicionamientos hormonales específicos. Estamos hablando de la trombosis no profunda, que es la que más aborda el libro. Pero en relación con la otra parte de la trombosis, que es la arterial, con el perfil de la enfermedad cardiovascular pasa igual, difiere entre hombres y mujeres. Por ejemplo, la cardiopatía isquémica es la causa de mortalidad más importante en ambos grupos, pero, sin embargo, la enfermedad cerebrovascular es más frecuente en mujeres. Insisto, la mujer en la edad fértil tiene un riesgo menor de estos eventos arteriales, pero aumentarán a partir de la menopausia; y la trombosis venosa afecta y se concentra más en la edad fértil de la mujer, porque tiene una serie de condicionamientos hormonales que le hacen más propensa.

¿Cómo prevenir mejor el riesgo? ¿La mujer es consciente de estos riesgos?

Creo que, en España y en general también en otros países, somos muy conscientes de la gravedad de la enfermedad trombótica arterial, quizá porque hayamos oído mucho hablar de infartos y de ictus, pero de la trombosis venosa, que también es muy prevalente, resulta que no tenemos tanta información o tanta conciencia de que puede ocurrir. En este sentido, se hace necesario un aumento de información y formación, de educación, sobre la trombosis venosa.

¿Por ejemplo?

Si un atleta lleva varios días con dolencias en la pantorrilla que no se lo achaque siempre a una ruptura muscular y sea lo único que pensamos, porque debajo puede estar teniendo una trombosis.

¿Cuáles son los síntomas? ¿Cuándo puedes sospechar que tienes una trombosis?

Cuando tienes un dolor o una inflamación en la pierna; a veces puedes tener enrojecimiento en alguna zona, pero sobre todo dolor. Después, en el caso de que sea una embolia de pulmón, te duele el pecho y tienes dificultad para respirar. La mujer tiene más trombosis venosas durante la edad fértil, porque está más expuesta a condicionamientos hormonales, bien sea porque toma anticonceptivos combinados que tengan estrógenos, bien durante el embarazo que favorece situaciones de autocoagulación per se o bien porque se someta a técnicas de fecundación in vitro. Hay muchos factores hormonales presentes en la etapa fértil de la mujer y ya en la época de la menopausia, con terapia hormonal sustitutoria, también puede ser un factor de riesgo.

¿Están bien tratadas cuando van al médico de AP? 

Lo importante es que el médico tenga clara la sintomatología. Hay factores que se asocian claramente a una trombosis, por ejemplo si te dicen que ha estado encamada, inmovilizada o que ha tenido una fractura. En cuanto al tratamiento, está muy bien instaurado y más o menos es estándar. La trombosis es una enfermedad grave, pero quién lo sufre se recupera y puede llevar una vida normal. Además, la trombosis depende también del sitio donde se localice y de la tensión, pero si se aborda precozmente, de forma adecuada y la mujer hace sus deberes, el pronóstico es mejor que cuando coincide con que tenemos un pequeño sobrepeso, es fumadora... 

¿El control de los factores de riesgo es clave?

Si lo llevan podrá hacer una vida normal, excepto que la haya sufrido en una zona crítica del cuerpo. A veces, la complicación a largo plazo más importante es el síndrome postrombótico; cuando tienes una trombosis en las piernas, las válvulas venosas quedan tocadas y, a veces, la mujer tiene una alteración crónica, una insuficiencia venosa. Tenemos mujeres y chicas que notan las piernas más hinchadas y después se transforma en síndrome de varices. Pero son las mínimas personas.

¿Cuántas personas lo padecen?

El libro, en concreto, está centrado en la mujer y en la edad fértil, cuando es tres o cuatro veces más frecuente que en el hombre. En el caso de toma de anticonceptivos hormonales que contengan estrógenos el riesgo es de 3 a 7 veces mayor que en la población general, sobre todo si la mujer tiene otros factores: fuma, tiene obesidad, bebe, lleva una vida sedentaria… En el caso de la mujer gestante, el riesgo se multiplica y sobre todo aumenta durante el postparto. Por esto y a pesar de todo lo avanzando, la trombosis es una causa importante de mortalidad en la mujer fértil.

¿Qué habría que hacer?

Cuando hablamos de anticonceptivos hablamos de una gama variada, podemos tener anticonceptivos orales, combinados… Cuando el anticonceptivo tiene estrógenos y progesterona sabemos que el riesgo es mayor en la mujer; pero este riesgo de predisposición se multiplica sobre todo cuando hay otros factores que ya hemos mencionado. Cuando una mujer ha tenido una trombosis se aconseja que tome anticonceptivos que no contengan estrógenos, de modo que no se predisponga a ese riesgo trombótico. A veces, cuando una mujer los necesita le aconsejamos otro anticonceptivo, el DIU Mirena. Porque ese implante es a base de progesterona y esto no producirá ni elevará su riesgo global de trombosis. Hay muchos y cada vez hay más tipos de anticonceptivos hormonales, por lo que podemos aplicarlo a la medida y conforme a las necesidades de cada mujer.

¿La palabra trombosis asusta?

Sí, pero cuando hablamos de trombosis es un término muy amplio. Una cosa es una trombosis y otra que haya sufrido un infarto de miocardio o un ictus. Si ha tenido una trombosis en una pierna puede ir de una situación de riesgo a una más grave si lo dejamos evolucionar, porque el coágulo que se forma en la pierna puede llegar al pulmón y provocar una trombosis pulmonar. En ese caso podemos llegar a situaciones muy comprometidas. Por eso mismo hemos de saber identificar si tenemos una trombosis, y cuando alguien acude a urgencias con dolor, ver si es un síntoma de trombosis. Así, cuando se tiene una sospecha hay que hacer una ecografía y ésta nos dice claramente si hay un pequeño coágulo en alguna de las venas de las extremidades.

¿La rapidez del diagnóstico es fundamental?

Cuando hay sospecha hay que ir al médico de AP. Una de las técnicas que mejor detecta un coágulo es la ecografía, que antes era una prueba exclusivamente utilizada por radiólogos o cirujanos vasculares. Ahora muchos profesionales de AP tienen formación y manejan la ecografía, lo que les permite hacer una buena valoración. Por eso ya nos llegan pacientes de primaria a quienes se les ha detectado un coágulo, para que se confirme. Lo importante es que ante la sospecha siempre se haga el diagnóstico.

¿Quiere añadir algo que no le haya preguntado?

Quisiera decir que la Sociedad de Trombosis siempre saca un lema y el último me parece muy acertado, Muévete contra la trombosis. Muévete en varios sentidos, porque el sedentarismo puede ser un factor de riesgo; pero también muévete en el aspecto de que hay que realizar diagnósticos rápidos para ser más eficaces en respuesta a la sospecha de un coágulo.

QUIÉN ES

Pilar Llamas es jefa de Hematología de cuatro hospitales universitarios madrileños del grupo Quirón. Licenciada con Premio Extraordinario de Medicina, hizo el MIR en dos meses y fue la residente más joven en su especialidad en el Hospital Puerta de Hierro. Lleva años estudiando la trombosis en la mujer. Es docente en la Universidad Autónoma de Madrid y autora de varios libros y artículos en revistas internacionales. Ha sido incluida en la lista Forbes de los 100 mejores médicos de España.