El mar y sus aguas han sido durante siglos una fuente de remedios para la salud: cuida nuestra piel, nuestro sistema respiratorio, nuestros pies… incluso hay quienes defienden las propiedades que tiene la ingesta de agua marina gracias a personas como René Quinton (1866-1925), quien investigó las similitudes existentes entre el plasma sanguíneo y el agua de mar. Pero, ¿es el agua marina tan beneficiosa para la salud humana?

Beneficios del agua de mar para la salud

1- Ayuda en la cicatrización de heridas. La presencia de yodo favorece la desinfección de heridas. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la posible presencia de bacterias en determinadas zonas podría resultar contraproducente para este fin.

2- Alivia los síntomas de la psoriasis. La presencia de minerales como el bromo, el calcio o el sodio en el agua de mar ayuda a reparar las lesiones de esta enfermedad gracias al contacto directo con la piel afectada.

3- Suaviza la piel. Pasear por la orilla del mar ayuda a que nuestra piel se vuelva más suave ya que su roce con la arena actúa como un exfoliante natural y, además, favorece la circulación en las plantas de los pies. También es más recomendable caminar sobre arena mojada ya que, al ser más homogénea, el riesgo de lesiones es menor.

4- La brisa marina ayuda a relajar. Los ambientes cercanos al mar cuentan con una mayor carga de iones negativos que otros espacios, como los excesivamente cerrados o con aparatos eléctricos, lo que está asociado a la producción de serotonina y, en consecuencia, a un mejor descanso, buen humor y relajación.

5- Fortalece la musculatura. Caminar adentrados ligeramente en el agua puede ayudar a que nuestros músculos estén más fuertes gracias a la fuerza que estos tienen que hacer para continuar avanzando. Además, y según la Asociación Española de Funcionarios y Amigos Sénior (AESFAS), la talasoterapia, conjunto de tratamientos de terapia basados en la recuperación con agua marina, no solo ayuda a nuestro aparato locomotor, sino también al sistema linfático y al venoso y a luchar contra el estrés y la ansiedad.

6- Uso como mucolítico. Permite disolver las mucosidades e hidratar las mucosas. Además, los lavados nasales con agua de mar ayudan en el tratamiento de rinosinusitis y en la rinitis alérgica y están vinculados a una menor congestión nasal, mucosidad y dificultad para respirar.

7- Sirve para como desinfectante, colutorio y cicatrizante de infecciones bucales. Según El farmacéutico, las soluciones salinas de agua de mar pueden ayudar a desinflamar las encías y a evitar las caries gracias a que la sal previene que los dientes se desmineralicen. Además, enjuagar la boca con agua salada facilita la eliminación de los restos de comida que el cepillado no ha eliminado, así como a disminuir el dolor y favorecer la curación de las aftas.

Un hombre y una niña paseando en la playa. Pixabay

¿Y qué hay de su consumo?

En este sentido hay todo tipo de opiniones al respecto: mientras hay personas que defienden lo beneficiosa que es para la salud, hay otros que aseguran que, o no favorece tanto al ser humano como nos han hecho creer o, directamente, es perjudicial. Por eso, estos son una serie de factores a tener en cuenta antes de iniciarnos en la ingesta de agua de mar:

1- Consulta con un médico. Aunque hayamos oído hablar de los muchos beneficios para la salud que puede llegar a tener, siempre es recomendable recibir el diagnóstico y el consejo de un especialista que nos guíe en el proceso para prevenir cualquier tipo de problema.

2- Agua embotellada. En caso de que hayas decidido consumir agua marina, no la ingieras directamente recogida del mar. Es más seguro comprar agua embotellada que ha pasado previamente por filtros y controles de calidad para evitar la ingesta de agua contaminada con bacterias, virus, metales pesados…

3- Abuso en el consumo de sal. En muchas ocasiones, un problema en las dietas actuales es que el consumo de sal es excesivo a causa, por ejemplo, de alimentos como los ultraprocesados. En este sentido, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda tomar un máximo de 5 gramos de sal al día, por lo que ingerir agua de mar puede agravar este problema, ya que nuestra alimentación suele ser de por sí alta en este elemento.

4- Enfermedades. Su alto contenido en sal puede resultar perjudicial si padecemos enfermedades como las renales o relacionadas con una tensión alta.

5- Deshidratación. El agua salada puede tener el efecto contrario al deseado, provocando en el organismo pérdida de líquidos.

Botella de agua llenando un vaso. Pixabay

El agua de mar en el mercado

En España ya hay empresas que se dedican a la venta de agua de mar embotellada de dos formas distintas.

Por un lado nos encontramos con el agua de mar hipertónica, es decir, aquella cuya composición no ha sido alterada y, por lo tanto, consiste en un 100% de agua salada. Así, su alta concentración de sal puede provocar que su ingesta en grandes cantidades tenga un efecto laxante para nuestro organismo.

Por otro lado está el agua de mar isotónica. Se diferencia con la anterior en el hecho de que su concentración de sal ha sido reducida hasta alcanzar 9 gramos por litro y volverse, de esta forma, similar a los líquidos en el cuerpo humano como las lágrimas, el sudor o la sangre. Este tipo de agua ya estaría preparada para el consumo humano, aunque tendríamos que ingerirla también con precaución para evitar de que nuestro cuerpo acumule un exceso de sal en el intestino, lo que provocaría también un efecto laxante.