Cueva de Abauntz. El primer mapa de la historiaAsociación Cultural Hojarasca
Imaginemos, estimados lectores, un mapa de más de 13.000 años de antigüedad. Un mapa que representa aquello que alguien veía desde la cueva que le servía de cobijo. Ese plano es una realidad, un pequeño misterio de nuestraEuskal Herria insólita, que podemos sentir en nuestra alma y usarlo como excusa para conocer el bello valle navarro de la Ultzama.
La localidad de Arraitz-Orkin se encuentra rodeada de bellos prados salpicados de robles, un bucólico paisaje de brotes verdes en la primavera o desplegando una paleta de tonos ocres en el otoño. En un aparcamiento habilitado en las afueras del pueblo, estacionamos, y comenzamos el paseo. Una pista de cemento se encamina en dirección N, hacia el camposanto. Sin necesidad de llegar al mismo, alcanzamos una explotación ganadera, donde un cartel nos indica la dirección a seguir, hacia el río Zaldazain. Continuamos por él, aproximadamente un kilómetro, para alcanzar el riachuelo y cruzar un puente sobre el arroyo. Nos encaminamos hacia un marcado desfiladero que crean frente a nosotros el pico San Gregorio, a la izquierda, y la cumbre de Abaunzko Harria, a la derecha. En breve, topamos con un sendero que, en marcado desnivel, sale a la derecha, entre el bosque de bojes. Varias cuerdas fijas nos ayudan en el ascenso, que si bien no reviste peligro, sí que es un terreno resbaladizo. Tras la subida, alcanzamos la parte superior del bosque, donde se abre la boca de la cueva de Abauntz.
La caverna está cerrada con el objetivo de preservar el yacimiento que atesora, pero podemos dejar volar nuestra imaginación.
En el año 1996, se llevan a cabo las décimas excavaciones en la cueva de Abauntz, en las que se encuentran, entre otros materiales, tres cantos rodados de caliza margosa que presentan una serie de grabados y que se datan en más de 13.000 años. Son un interesantísimo ejemplo de arte mueble de finales del Paleolítico, cuyos grabados, realizados a buril, siguen los cánones del arte franco-cantábrico del período.
FICHA PRÁCTICA
- ACCESO: La localidad de Arraitz-Orkin, se localiza en el valle de la Ultzama. Llegamos a ella, desde la NA-121-A. Desde esta vía, sale la carretera NA-4230. Igualmente podemos llegar desde la autovía A-15, por el desvío en Urritza, hacia la NA-411, y la NA-4230, en Lizaso.
- DISTANCIA: 6 kilómetros.
- DESNIVEL: 200 metros.
- DIFICULTAD: Fácil, precaución con los resbalones en la subida a la cueva.
Un mapa ancestral
La arqueóloga Pilar Utrilla, junto con su equipo, consiguen descifrar los grabados; nada sencillo, pues los trazos se superponen unos a otros.
La piedra principal, con un tamaño de 175 milímetros de longitud, 100 de ancho y 54 de espesor máximo, es la que se conoce como mapa de Abauntz. En ella se observan diferentes trazos representando animales, algunos de fácil interpretación, así como un río, el Zaldazain, y la montaña que hoy se conoce como pico San Gregorio. La traza del río pasa por un dibujo representando un desfiladero al que le llegan dos afluentes, junto con varios círculos que pudieran ser las charcas. Observan que algunos trazos pudieran querer borrar diseños anteriores; también se ven otras marcas de más difícil interpretación, quizás zonas de almacenamiento o de huevos de aves. También podemos ver la entrada de la cueva e incluso lo que posiblemente sea un autorretrato.
La segunda piedra también presenta grabados de animales y parece que se utilizó como lámpara por un orificio en su zona alta, donde pondrían aceite a modo de combustible.
La piedra está considerada por la comunidad científica como el mapa más antiguo conservado de la Europa Occidental, tras su presentación en Lieja en el año 2.000 y su publicación en la revista “Journal Of Human Evolution” en 2009.
Sentados en la entrada de la cueva de Abauntz, podemos imaginar lo que aquella persona de hace 13.000 pudo sentir, para realizar el grabado. Quien le iba a decir que su trabajo se convertiría en una de las más hermosas joyas de la arqueología europea. El mapa se encuentra en el Museo de Navarra, en Pamplona-Iruña. Puede ser una buena idea, darnos una vuelta por el mismo y completar nuestra visita al lugar donde apareció el misterioso mapa.
En esta cueva habitan las lamias, según la mitología vasca; esas hadas buenas de las aguas, con cuerpo de mujer y pies de pato. Según recogiera Barandiaran, lanzaron una terrible maldición a un pastor de la casa Sunbillenea de la localidad, por sustituir el kaiku lleno de leche con la que el chico las obsequiaba diariamente, por otro lleno de excrementos. Los genios lo maldijeron diciendo: “No faltará en esta casa algún inválido o desgraciado. Algo que, al parecer, se ha cumplido”.
Debemos continuar el paseo, para lo que descendemos de nuevo a la vera del río y continuamos completando el sendero que nos ha traído hasta aquí, hacia la derecha. Nos internamos en el desfiladero y, en breve, alcanzamos una charca donde podemos conocer, gracias a un panel informativo, la importancia de los humedales. Cruzamos el puente de Usillaga y alcanzamos un collado para dirigimos hacia la cara N del Pico San Gregorio, la montaña que se representó en el mapa. Girando a nuestra izquierda, alcanzamos sin problemas la cota de 695 metros de altura. Si bien sus vistas son reducidas, algo mágico se siente en esta cima rocosa, estamos en la montaña representada en el mapa más antiguo de Europa.
Descendemos nuevamente hasta el collado, y giramos a la izquierda, para rematar el paseo. En marcada dirección W, salimos del bosque a una zona de praderíos que es realmente hermosa, junto a una borda. En este punto giramos hacia el S, y entre pastos, alcanzamos Arraitz-Orkin por un claro sendero.