Mintzapraktika en Eslovenia
El euskera también tiene acento esloveno y la traductora Barbara Pregelj da fe a 1.800 km.
ZORNOTZA queda muy lejos de Medvode, la ciudad donde reside la profesora y traductora eslovena Barbara Pregelj, pero allí terminó recalando esta investigadora. “En 2016 participé en el proyecto Itzultzaile berriak, para formar a varias traductoras con el objetivo de que fuéramos capaces de utilizar el euskera en nuestros trabajos, así que nos destinaron al barnetegi de Zornotza”, detalla Pregelj. Ella ha traducido gran cantidad de obras del castellano, gallego y catalán. Y en los últimos años ha encontrado un idioma que le fascina, el euskera, traduciendo a Bernardo Atxaga, Juan Kruz Igerabide, Patxi Zubizarreta o Arantxa Urretabizkaia, entre otros. A punto de viajar a Durango para la azoka, asegura que a Eslovenia también ha llegado el Euskaraldia.
Barbara se quita mérito. “Que sé euskera es mucho decir, solo lo estoy aprendiendo, aunque con ganas. Lo estoy haciendo porque me gusta la literatura escrita en euskera que quiero verter al esloveno, mi lengua materna, y quiero entenderlo en el idioma en el que fue originalmente escrito”. Lo dice consciente de que al traducir, se traslada también al papel la cultura y de ahí, la importancia de conocer las fuentes.
Pregelj ya ha traducido casi dos docenas de obras de escritores euskaldunes. ¿Quién iba a decir que antes de llegar a Euskadi solo sabía decir eskerrik asko? Eso fue la primera vez que pisó el País Vasco, en concreto Donostia, allá por 1988. Luego ha regresado varias veces pero siempre de paso. “En una ocasión me compré el libro Bakarka -un método de aprendizaje-, pero no me dio tiempo a aprender nada”, se lamenta.
Sin embargo, el contacto con Euskadi es profundo. “Acabamos de despedir una visita del País Vasco ya que hace diez días estuvieron en Eslovenia Juan Kruz Igerabide y Beñat Sarasola y dentro de poco, un poeta esloveno Peter Svetina y yo vamos a la feria de Durango a participar en una mesa redonda sobre las traducciones de lenguas minoritarias”. Esto son solo algunos de sus últimos contactos, pero hay muchos más. “Mi comunicación con el País Vasco es casi diaria”, asegura. “Además últimamente, he conocido en Liubliana una chica vasca con la que vamos a hacer mintzapraktika, ella en esloveno y yo en euskera”, comenta.
Mujer casi del Renacimiento -también es editora e intérprete-, acumula una larga lista de obras vascas para traducir. “Está por salir una antología de siete poetas vascos contemporáneos, publicada en la revista literaria Sodobnost. Además para comienzos de 2019 voy a traducir al esloveno un cuento de Iban Barrenetxea, El cuento del carpintero”, declara a DEIA. Pregelj asegura que “hay más proyectos que quiero llevar a cabo, pero todavía no puedo concretarlos”.
Reconoce que entre el País Vasco y Eslovenia existen similitudes culturales que “tienen que ver con el número de hablantes de nuestras lenguas y el paisaje en el que vivimos”. “Además existe un gran interés por la cultura, la literatura y la lengua. Se conoce bastante a autores como Bernardo Atxaga o Kirmen Uribe. Ha tenido muy buena acogida la traducción de la novela de Arantxa Urretabizkaia, Koaderno gorria. Y en los últimos años, suenan autores de literatura infantil y juvenil como Juan Kruz Igerabide que ha llegado a más de 3.500 niños eslovenos, Patxi Zubizarreta o Mariasun Landa”, sostiene Pregelj. En este sentido, indica que en los últimos tiempos más de diez mil lectores de su país han tenido acceso a proyectos de animación a la lectura de autores vascos.
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