Laudio - En sus 42 años de trayectoria, la música de la Coral Santa Lucía de Laudio no solo ha traspasado las fronteras locales, de Euskadi y estatales. Las voces de sus integrantes han llegado a diferentes puntos de Portugal, Francia, Italia, Alemania, Suiza, Holanda o Hungría en incluso hasta San Petersburgo, Argentina y Paraguay. La agrupación es, sin ninguna duda, la mejor embajada del municipio alavés, un simbólico cargo que su presidente, Félix Primo, asume con orgullo, satisfacción y mucha implicación.
Cuando la Coral se presenta a alguno de los numerosos festivales a los que acude, ¿cómo ubica a Laudio en el mapa?
-Es complicado, sobre todo cuando viajamos al extranjero y nos juntamos con agrupaciones de muchas partes del mundo. La verdad es que a raíz de la creación del Guggenheim lo tenemos más fácil. Una vez que tienen esa referencia clara, les intentas situar diciendo que es un municipio que está a 22 kilómetros de Bilbao.
Por esa regla de tres, está casi reconociendo que es cierta esa extendida afirmación de que el laudioarra se siente más vizcaino que alavés.
-Personalmente creo que no es así. Yo me siento muy alavés y creo que gran parte de nuestros vecinos también pero hay una realidad evidente. Gracias al tren, las comunicaciones con Bilbao y el resto de Bizkaia son mucho mejores que con Gasteiz y una parte importante de nuestra provincia, y ese aspecto hace mucho. Es cierto que las calles se visten con banderas rojiblancas cuando juega el Athletic pero el fútbol es una pasión aparte, y San Mamés lo tenemos también muy accesible. La verdad es que a veces es difícil de entender. Somos alaveses pero nos sentimos muy cercanos a Bizkaia. De hecho, y como curiosidad, nuestra agrupación es cofundadora de la Semana Coral de Begoña y también nos sentimos muy orgullosos de ello.
Además de exportar fuera el nombre de Laudio, la Coral Santa Lucía también hace de anfitriona cuando nos visitan otras agrupaciones. ¿De qué se sorprenden sus integrantes cuando llegan aquí?
-Es inevitable volver a mencionar el Guggenheim. Muchos tienen en la mente el color metálico del titanio y, de repente, descubren algo diferente, el verde de nuestros montes y de nuestro valle. Se puede decir que se quedan casi impactados.
Pero también hay que reconocer que Laudio no es un municipio turístico. ¿Qué enseñan?
-Lamentablemente no es nuestro punto fuerte. Es un pueblo que creció rápidamente con la industrialización pero tenemos cosas dignas que mostrar. A mí me gusta enseñar el puente y Palacio de Anuntzibai, que además tiene una historia detrás, muy desconocida incluso entre los laudioarras. Otra parada obligada es el parque de Lamuza y explicar todo su pasado relacionado con el Marqués de Urquijo. Y también es bonito pasear por la calle Virgen del Carmen y ver las antiguas casonas que aún quedan en pie. Tenemos patrimonio digno de exhibir, la pena es el estado en que se encuentra como, por ejemplo, el caserío Etxebarri. Como laudioarra es algo que me da mucha pena.
¿Y Santa Lucía?
-Es el paraje que da nombre a nuestra agrupación. Para nosotros la zona más bella de nuestro municipio con el impresionante Santuario de Santa María del Yermo y todo el paisaje que lo rodea. Hay que tener tiempo para ir a verlo pero, sin duda, un lugar muy recomendable y que impresiona mucho.
Y cuando se habla de Laudio también es inevitable mencionar el río Nervión. Durante años se le ha relacionado con catástrofes como las inundaciones de 1983 pero ahora se está intentando potenciar su cara amable con la creación del Parque Lineal, que permite pasear junto a su cauce. ¿Qué le parecen este tipo de iniciativas?
-Cualquier cosa que tenga atractivo genera expectación, ilusión y riqueza para el pueblo. Ya hemos dicho que Laudio no dispone de un gran potencial turístico pero tiene un importante sector comercial y hostelero que tenemos que apoyar e incentivar. Proyectos que vendan pueblo, desde la creación de infraestructuras a culturales, siempre son buenos.
Hablando del sector servicios. ¿Qué destacaría desde el punto de vista gastronómico?
-El txakoli de nuestra comarca, el queso Idiazabal o las morcillas de Laudio. Son, además, productos que siempre llevamos en nuestros viajes para regalar a nuestros anfitriones.
Sin duda, la Coral Santa Lucía y usted como presidente saben vender muy bien Laudio.
-Nos sentimos orgullosos de promocionar nuestro pueblo, lo hacemos con mucho cariño y damos toda la información que podemos. Gracias a ello hemos tenido la sorpresa de volver a ver a gente de corales aquí en viajes privados.
presidente de la coral santa lucía de laudio