EL Anfiteatro Flavio, una de las siete maravillas del mundo, se tambalea. Un nuevo fragmento del Coliseo de Roma se desprendió ayer de uno de los arcos superiores del anfiteatro, después de que el domingo se rompiera un trozo del muro exterior del monumento, el situado frente al Arco de Constantino, lo que obligó a intervenir a los bomberos para verificar la estabilidad de uno de los monumentos más famosos de la antigüedad clásica e icono del imperio romano.

El día de Navidad, la caída de parte del muro se produjo a la hora del almuerzo, cuando el Coliseo estaba repleto de turistas que aprovechaban la entrada gratuita. Los bomberos acordonaron el área afectada ya que a esa hora las inmediaciones del monumento, por la parte del Arco de Constantino, en el área siniestrada, están plagadas de gente. Poco después de ese episodio, un turista se apoyaba en una de las vallas de la terraza del tercer nivel que se venía abajo, y que obligaba a cerrar al público, de forma temporal, una parte del circuito dedicado a visitas.

Estos desprendimientos han desatado la preocupación de los expertos por el delicado estado de salud del emblema de la capital italiana. "Es indispensable y urgente intervenir para impedir que el Coliseo se convierta en una gran escombrera", dijo a los medios de comunicación italianos Giovanni Puglisi, presidente de la Comisión italiana de la Organización de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

No es la primera vez que hay desprendimientos de los muros del Coliseo, el monumento más visitado de Italia, y uno de los más concurridos del mundo. El último incidente tuvo lugar en mayo del pasado año cuando cerca de un metro cuadrado de mampostería cayó en las redes de protección, un episodio debido a "las variaciones termo-hidrométricas", según se explicó.

Ya entonces, los expertos plantearon la necesidad de un mayor control y la urgencia en acelerar los planes de restauración. En noviembre pasado, durante una inspección in situ, el subsecretario de Bienes Culturales, Francesco Giro, había relanzado la alarma. "El Coliseo tiene tres mil lesiones, con un estado de grietas muy avanzado, que estamos vigilando con las fibras ópticas aplicadas en los cuatro dorsales sobre los que se efectuará la restauración", afirmó.

No obstante, la directora del Coliseo, Rosella Rea, restó importancia a los dos desprendimientos consecutivos y aseguró que "el pequeño desplome del martes solo son los restos de la caída de otro fragmento que se precipitó el domingo al suelo por la presencia de un grupo de palomas que está dañando la piedra caliza de los arcos".

El Coliseo ya ha sufrido otros derrumbes en anteriores ocasiones, la última el 9 de mayo de 2010, cuando se rompieron tres fragmentos de la galería central.

Rea recordó que en marzo comenzarán las obras de restauración del monumento, patrocinadas por el empresario italiano Diego della Valle, quien tendrá que desembolsar, al menos, 25 millones de euros para los arreglos del anfiteatro. A partir de esa fecha, se levantarán los andamios para comenzar una rehabilitación sufragada por Della Valle, conocido también como Mister Tod's, por el nombre de la marca de calzado que le ha dado la fama. El empresario financia la operación a cambio del uso publicitario de la imagen del Coliseo que su firma podrá realizar, un convenio que ha sido muy criticado.

La ubicación del Coliseo, en uno de los lugares con más tráfico de Roma, hace muy difícil su conservación ya que más de dos mil vehículos y 67 autobuses de turistas pasan cada hora frente a este patrimonio de la humanidad.