Una vez firmado el preacuerdo y con el documento programático bastante avanzado, PNV y PSE pueden zambullirse ya a tiempo prácticamente completo en el reparto de las responsabilidades en el nuevo Gobierno vasco. En ese terreno, el secretario general de los socialistas, Eneko Andueza, seguía insistiendo este martes en reclamar “una mayor presencia” para su partido, en consonancia con el incremento en número de escaños, y dio por hecho que “se verá perfectamente en el reparto de carteras”. Desde hace días se da por hecho que al PSE le va a caer alguna responsabilidad nueva, alguna función que se va a desgajar de las macroconsejerías que han gestionado Arantxa Tapia (Sostenibilidad, Desarrollo y Medio Ambiente) y Nerea Melgosa (Igualdad, Justicia y Derechos Sociales). Pero, al mismo tiempo, hay voluntad de mantener cierta continuidad en el reparto de áreas y funciones, y no darle la vuelta como un calcetín con un intercambio frenético de consejerías entre PNV y PSE. 

No solo se trata de proyectar cierta estabilidad, sino que se cortarían de raíz las interpretaciones de la oposición en clave de renuncia o de asunción de que la gestión no ha sido buena, por ejemplo, si los jeltzales se desprendieran de la cartera de Salud. Los socialistas, por su parte, también han dejado caer que quieren mantener algunas de las suyas, como la de Vivienda; y en algunos ámbitos creen que es posible que Javier Hurtado sea el único o casi único que repita en todo el organigrama y que lo haga otra vez al frente de Turismo. En cuanto a Trabajo y Empleo, que gestionaba Idoia Mendia antes de su candidatura a las elecciones europeas, comienza a sonar Teresa Laespada como relevo natural en unas funciones iguales o similares. Es diputada foral de Empleo, Cohesión Social e Igualdad en Bizkaia.

Pradales fijará la pauta

El organigrama se conocerá el sábado 22 por la tarde, tras la jura de Imanol Pradales en Gernika. PNV y PSE tienen diez días para buscar un equilibrio. Además, es Pradales como candidato a lehendakari quien tiene que dar la pauta sobre la estructura que necesita para sacar adelante el programa. Él tendrá que definir también qué áreas quedan bajo la influencia de Lehendakaritza, como la de Juventud. El PNV ha matizado varias veces en público que la correlación de fuerzas sigue arrojando una mayoría clara de los jeltzales por 27 escaños frente a 12 de los socialistas, lo que modula las expectativas sobre las cesiones al PSE. A partir de ahí, más allá de la reestructuración de las macroconsejerías, poco o nada se dice en ámbitos jeltzales, para mantener un escrupuloso respeto hacia el futuro lehendakari. En la última legislatura, el Gobierno vasco ha funcionado con once consejerías, de las cuales los socialistas han gestionado tres, incluyendo la vicelehendakaritza segunda que tuvo Idoia Mendia con competencias en Trabajo y Empleo. 

El futuro de Andueza

Otra incógnita radica en si Andueza aspira a entrar en el Gobierno y a ser vicelehendakari y, en caso afirmativo, si lo hará con una vicelehendakaritza con cartera o bien sin ella, como hizo Ramón Jáuregui en el gabinete de Ardanza. Por otro lado, la trayectoria más reciente de Denis Itxaso, en la delegación del Gobierno español, ha alimentado la hipótesis de que la sorpresa del reparto venga de su mano y se le encomiende Seguridad. La correlación de fuerzas es de 27 a 12 escaños, lo que podría situar las aspiraciones del PSE en 4 o 5 carteras.

Andoni Ortuzar y la "trazabilidad"

El presidente del EBB del PNV, Andoni Ortuzar, ha vuelto a matizar en Radio Euskadi que este reparto nunca se ha hecho “por peso aritmético”, y pidió ir “a un esquema en el que estemos todos cómodos”, y ver “dónde cada uno tiene trazabilidad en las políticas porque han tenido el refrendo popular”. Su respuesta dio pie a que le preguntaran si quería decir que cada uno seguirá con las áreas que ya ha gestionado, a lo que Ortuzar no ofreció una respuesta clara y emplazó a esperar a la semana que viene.