El ministro de Asuntos Exteriores, Cooperación y Unión Europea, José Manuel Albares, afirmó ayer que el euskera, catalán y el gallego son parte de la “identidad nacional” de España y por tanto la Unión Europea debe defenderlas y atender la demanda de reconocerlas como lenguas de la Unión, como afirma Moncloa en un documento distribuido al resto de Estados miembros y que recoge sus argumentos.

“Todos los argumentos de España para solicitar que el euskera, el catalán y el gallego sean lenguas oficiales de la UE son sólidos y legítimos”, aseguró el ministro en declaraciones efectuadas antes del Consejo de Exteriores y previas a la reunión de hoy en el Consejo de Asuntos Generales que tendrá en su agenda la petición del Estado español.

Según Albares, con este documento el Ejecutivo de Sánchez pone “negro sobre blanco” sus motivos “de peso”. También valoró que todos los socios europeos conocerán las razones detrás de la petición y se tendrán que dar por aludidos, después de que países como Suecia y Finlandia vieran con reticencia el reconocimiento de estas lenguas y pidieran más información jurídica y sobre su impacto económico.

“Es nuestra identidad nacional, Europa tiene que defender la identidad y el multingüistico y hay una realidad constitucional en España muy particular que Europa no puede desconocer”, insistió Albares.

Aseguró que el Gobierno “no va a abandonar” la reivindicación de la reforma del reglamento de lenguas de la Unión, y deseó que se celebrara pronto una votación sobre este tema, aunque admitió que “hay que ser realista” ya que requiere la unanimidad de los 27. Reiteró a su vez la petición al PP europeo para que colabore ya que si apoya esta iniciativa se podrían dar pasos para que estos idiomas sean lenguas de trabajo en el Parlamento Europeo.