Se pregunte a quien se pregunte dentro del PNV, los jeltzales están convencidos de que, esta vez sí, las transferencias prometidas por el Gobierno español llegarán en plazo. El carácter decisivo de sus escaños en el Congreso les da fuerza para exigir a Pedro Sánchez que cumpla lo pactado y, por ahora, las tres competencias que tienen que llegar en los próximos días están muy encarriladas y no se cuestiona que la fumata sea blanca. El candidato del PNV a lehendakari, Imanol Pradales, también está seguro de que llegarán en los próximos días porque el presidente español firmó un documento con los jeltzales para su investidura. Pradales no contempla otro escenario que no pase por el cumplimiento de la palabra dada sobre la transferencia de los ferrocarriles, la convalidación de los títulos universitarios extranjeros y la segunda fase de acogida para los refugiados e inmigrantes que aborda los itinerarios de inclusión. Son materias que tenían que llegar a la altura de marzo y que se prevé que estén listas este mes.

El candidato se pronunció sobre este asunto en una entrevista en Euskadi Irratia, donde no quiso dar validez a la hipótesis que circula en algunos ámbitos de la derecha española. Según esa hipótesis, el resultado de las elecciones en Galicia y la pérdida de respaldos del PSOE podrían conducir a Sánchez a reconsiderar sus acuerdos con los nacionalistas vascos y catalanes. “Sánchez ha firmado un acuerdo con el PNV, y lo que espero es que, cuando se da la palabra y se firma un documento, se cumpla. No espero otra cosa”, dijo, para añadir que aguarda ese desenlace “en las próximas semanas”. “Estamos perdiendo el tiempo y agotando el tiempo. Espero que vengan esos tres traspasos”, concluyó.

No es la primera vez que Pradales sitúa en un lugar preeminente de su discurso el cumplimiento de un Estatuto de Gernika que lleva más de cuatro décadas sin ser respetado al cien por cien. Poco después de su presentación en Durango, pidió las transferencias que permitirían establecer un marco sociolaboral vasco: la gestión del régimen económico de la Seguridad Social, y también las materias del artículo 12, relativas a la ejecución de la legislación laboral y a cuestiones como el Fogasa, el fondo que paga los salarios pendientes en las empresas en quiebra. Este mismo lunes, Pradales ha dejado ver la trascendencia que concede al cumplimiento del Estatuto cuando se le ha preguntado si habla con los consejeros del Gobierno vasco. Habla con todos para conocer las tareas que tienen entre manos, pero citó de manera expresa al lehendakari Urkullu y a la consejera de Autogobierno, Olatz Garamendi, porque las transferencias son un asunto “importante”.

Una vez que se cumplan todas las materias, se abriría “otra fase” para avanzar hacia un nuevo autogobierno y “fortalecer” esas capacidades, porque ya se ha visto lo que ha sucedido en estas décadas con un Estatuto incumplido. Planteó el “reconocimiento de la nación vasca”, y también la “bilateralidad y garantías de cumplimiento” de lo pactado, además del derecho de los vascos a decidir y votar este marco.

El análisis sobre Galicia

Pero, volviendo al punto que motivó esta reflexión, las elecciones en Galicia, a Pradales se le preguntó por la lectura que hace de estos resultados. En primer lugar, destacó la elevada participación (escaló hasta el 67%) y, a continuación, puso en evidencia que, aunque el PP retenga la mayoría absoluta, tanto los populares como el PSOE han perdido escaños y se han “debilitado”, mientras que el BNG ha salido fortalecido, “una muy buena noticia desde el punto de vista abertzale”.

Por otro lado, siguió sin entrar en cábalas sobre los pactos postelectorales en Euskadi y se centró en las propuestas. Repitió que ve tacticismo en la propuesta de Bildu de respetar la lista más votada, porque es un precepto que no ha cumplido ella misma en el Estado, en Nafarroa o en municipios de la CAV; y recordó que la democracia es “parlamentaria” y las mayorías dependen de los pactos.