El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, se reunió ayer jueves con el primer ministro marroquí, Aziz Ajanuch, en el marco de su visita a Rabat, la primera fuera del Estado español que hace en esta legislatura con el objetivo de reactivar la hoja de ruta pactada en 2022 por Pedro Sánchez y Mohamed VI tras diez meses de crisis diplomática. El encuentro, que no había sido anunciado de antemano y se prolongó por espacio de casi media hora, permitió a ambos abordar distintos aspectos de las relaciones bilaterales, en particular cuestiones migratorias y económicas. Asimismo, también departieron sobre la organización conjunta del Mundial de fútbol 2030 por parte de España, Marruecos y Portugal.

Ambos celebraron “la calidad de la relación bilateral, basada en la buena vecindad, la confianza mutua y el diálogo permanente y constructivo” en esta nueva etapa iniciada en abril de 2022 con el encuentro entre el presidente del Ejecutivo español y el rey Mohamed VI. Igualmente, se felicitaron por la “concordancia de puntos de vista respecto a distintos temas de interés común” y de que ahora los dos países mantienen una “asociación estratégica multidimensional que engloba todos los aspectos de la cooperación”.

El ministro, que se reunió con su homólogo marroquí, Naser Burita, cumplió con la protocolaria ofrenda ante las tumbas de Mohamed V, abuelo del actual monarca, y Hassán II, su padre. Además, visitó el Colegio Español de Rabat, donde tuvo ocasión de conocer el proyecto de la que será su nueva sede, que está previsto que esté terminada para 2023 y para la que se destinará un presupuesto de unos 20 millones. El nuevo centro, de 20.000 metros cuadrados de extensión, tendrá capacidad para unos 1.000 alumnos, recinto que permitirá estrechar “lazos humanos” entre ambos países.