La líder de los comunes, Jéssica Albiach, aseguró ayer jueves que la amnistía y el referéndum de autodeterminación “están encima de la mesa negociadora” con Junts para la investidura del presidente en funciones y candidato del PSOE, Pedro Sánchez. “Evidentemente ya están encima de la mesa porque lo ha puesto una de las partes, y a partir de ahí lo que tenemos que encontrar son fórmulas para que Catalunya avance”, subrayó en una entrevista en TVE, donde calificó de lógico que Junts y ERC se sienten en la mesa con una “posición de máximos”. La líder de los comunes está convencida de que hay la mejor predisposición por los dos lados y demandó generosidad a las partes y discreción en el proceso.

Albiach también explicó que el dirigente de los comunes Jaume Asens “ya está trabajando e interlocutando con dirigentes” de Junts, y añadió que las negociaciones durarán semanas, incluso meses. Por ello, afirmó que el votante independentista que “no quería negociación para tener un gobierno progresista, directamente no ha votado” y avisó de que no pueden regalar una oportunidad al PP y a Vox.

Curiosamente, tras más de ocho años de una intensa actividad en primera línea, el pasado 16 de junio Asens anunciaba que dejaba la política institucional y que no sería el cabeza de lista de Sumar En Comú Podem en las generales del 23-J. Lo hizo en un comunicado donde no mencionaba a Yolanda Díaz, hasta el punto de que no participó en ningún acto de campaña de la candidatura que, finalmente, lideró Aina Vidal y que pudo mantener los siete diputados obtenidos cuatro años atrás en una plancha encabezada por él. Asens forma parte del alma más soberanista de los comunes y se ha mostrado partidario del referéndum como vía de resolución del conflicto catalán, además de haber sido clave en la defensa de los indultos a los presos independentistas y en la reforma del Código Penal que derivó en la supresión del delito de sedición. Es un dirigente muy bien relacionado con gran parte del mundo independentista, mantiene una buena relación personal con Puigdemont y, sobre todo, es amigo desde hace décadas de Comín.