El secretario general del PSE, Eneko Andueza, anunció ayer martes que su formación ha pedido al PNV, su socio en el Gobierno vasco, mantener un encuentro para hablar de fiscalidad. En Radio Euskadi, rechazó entrar en el juego “tan demagógico” en el que se pide bajar impuestos y, a la vez, se reclama una mayor financiación por parte de algunas comunidades autónomas.

Su objetivo es que, “a través de medidas fiscales que sean progresivas, intentar tener los recursos garantizados para poder afrontar las medidas que, con carácter ocasional o extraordinario, se están poniendo en marcha, reforzando servicios fundamentales para conseguir mantener el estado de bienestar que hemos tenido en Euskadi”.

Por la mañana, el portavoz del Gobierno vasco, Bingen Zupiria, reclamó “claridad” en torno a las propuestas y anuncios sobre reformas fiscales que están planteando otras comunidades autónomas y el Gobierno español. En concreto, advirtió a Moncloa de que la puesta en marcha de un nuevo impuesto a las grandes fortunas podría requerir de un “acuerdo” con las instituciones vascas si afecta al actual modelo tributario de Euskadi.

Lamentó la falta de “calma” y de “prudencia” que se percibe en este debate. Tras citar el anuncio sobre el impuesto a las grandes fortunas y la reducción en varios tramos del IRPF que prepara la Comunidad de Valencia, pidió a las instituciones que expliquen sus propuestas. En el caso de Moncloa, dijo que su carácter deberá “clarificarse” en los próximos días, dado que el gabinete de Sánchez debe presentar el proyecto de presupuestos de 2023.

Según indicó, el Ejecutivo vasco no tiene “información directa sobre lo que quiere hacer” el Gobierno español en relación a este nuevo impuesto. Afirmó que si lo que se plantea contempla “cambios” en el modelo fiscal vasco y en el reparto de las competencias tributarias, deberá “seguirse el camino fijado” para llegar a un “acuerdo” entre ambas partes para aplicar esta figura.