Iruñea - Ya está todo hecho, así que solo queda la ceremonia. Alcanzado el acuerdo, designado el Gobierno y electa la inminente presidenta, María Chivite, Nafarroa afronta una semana corta de actos protocolarios que pondrán el punto final definitivo a los dos meses largos de negociaciones políticas -los que van desde las elecciones forales hasta ahora- que han terminado con un Gobierno plural y de progreso de coalición entre PSN, Geroa Bai y Podemos, y apoyado externamente por la única parlamentaria de I-E, Marisa de Simón. Después, lo más seguro es que la política navarra afronte un apagón informativo motivado por las vacaciones, que solo interrumpirá el progresivo nombramiento de la segunda línea de la administración -directores generales, jefes de gabinete...- y alguna toma de contacto, hasta que en septiembre se retome toda la actividad.

Tras un fin de semana de resaca por la investidura, hoy tendrá lugar el primer acto institucional. Será en el Palacio de Navarra a las once de la mañana, lugar y hora a la que han quedado María Chivite y Uxue Barkos, la presidenta saliente, para formalizar el traspaso de poderes. La idea es escenificar un relevo amistoso en un pequeño acto en el que tomarán la palabra dos líderes políticas que se han puesto de acuerdo para alumbrar un acuerdo de Gobierno que, en varias de sus líneas generales, mantiene y avanza la construcción de los pilares iniciados en 2015, sobre en todo en materia social y sanitaria.

el miércoles, último acto Pero mañana será el día grande, el día en el que Chivite asuma definitivamente la presidencia del Gobierno de Nafarroa. La cita será a las once y media de la mañana en el atrio del Parlamento foral, donde se congregarán las principales autoridades de Nafarroa, además de tres ministros del Gobierno de Pedro Sánchez, que vendrán a presenciar la investidura de un presidente socialista en la Comunidad Foral tras 23 años de sequía. Se supo hace días que el secretario de Organización del PSOE y ministro de Fomento, José Luis Ábalos, iba a asistir. Pero también están invitados el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska; y el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas. Una amplia representación de las más altas instituciones del Estado que demuestra que el PSOE quiere arropar a Chivite en su primer discurso como presidenta, después de dos meses de negociaciones en los que la socialista ha estado en el foco mediático. Por otra parte, la amplia representación al acto agranda la brecha de reconocimiento institucional con respecto a la investidura de Barkos en 2015, a la que solo asistió la ministra de Agricultura de Rajoy, Isabel García Tejerina, quizá el perfil menos político de los que tuvo el PP en su Gobierno.

Y el miércoles será el turno de los consejeros, que jurarán o prometerán su cargo en el clásico acto en el Palacio de Navarra. Los trece titulares de las trece consejerías -el último Ejecutivo tuvo nueve- están citados a las 12.00 horas, cuando también se sacarán la foto en las escalinatas. Es un acto de menor perfil político, más familiar, y que dejará todo listo para que el nuevo Gobierno eche a andar.