bilbao - El lehendakari mantuvo ayer un duelo dialéctico con EH Bildu a cuenta del traspaso de la gestión del régimen económico de la Seguridad Social, una transferencia que no es prioritaria para el Gobierno español de Pedro Sánchez y que siempre ha sido tabú en Madrid. Unai Urruzuno trató de apretar ayer a Urkullu en el Parlamento Vasco para que explique sus próximos pasos y qué va a hacer para lograr el traspaso. El lehendakari le recordó que es necesario lograr un acuerdo entre ambos gobiernos, y lo más novedoso llegó cuando planteó un traspaso escalonado, empezando por las materias que orbitan en torno a esta competencia.
“El objetivo es dar los pasos necesarios para poder asumir todas las funciones y, además, poder ir diseñando con racionalidad nuestras estructuras de gestión. Resultaría aconsejable completar, en primer lugar, el traspaso de algunas materias que complementan el sistema y que pueden considerarse de manera autónoma y sucesiva. Creemos, por lo tanto, factible afrontar, por este orden, las transferencias parciales del seguro escolar, la gestión de las mutuas colaboradoras con la Seguridad Social, y las políticas pasivas de empleo como sistema específico de atención de las prestaciones por desempleo”, explicó. Urkullu apostó por continuar ese proceso hasta gestionar la globalidad de la competencia. “Así hasta asumir el grueso de las funciones propias de la gestión que desarrollan el Instituto Nacional de la Seguridad Social y el Instituto Social de la Marina, así como, en su caso, la propia tesorería”, añadió.
La ministra Valerio ha asegurado recientemente que el traspaso no es prioritario. El Gobierno vasco plantea gestionar el régimen económico de la Seguridad Social porque lo exige el Estatuto, y Urkullu quiere “lograr un cambio de actitud positivo del Gobierno del Estado que permita zanjar una cuestión pendiente desde hace 39 años”. Supondría recaudar las cotizaciones y pagar la prestación, pero la cuantía de la pensión la seguiría fijando el Estado.