bilbao - EH Bildu puso ayer cifras concretas a su propuesta para aprobar los Presupuestos autonómicos del próximo año y lo hizo en términos más exigentes que el año pasado, aunque su apuesta por el pragmatismo había invitado a pensar en lo contrario. La coalición abertzale se apoya en la mejora de la previsión de ingresos del Consejo Vasco de Finanzas para reclamar medidas con un coste de 420 millones de euros adicionales en las Cuentas, lo que supone prácticamente duplicar el listón que colocó el año pasado, cuando presentó 220 millones en enmiendas.
El grueso de su propuesta consiste, además, en un desembolso muy llamativo en una competencia que no es estrictamente vasca, sino del Estado, aunque se venga realizando un esfuerzo en los últimos años desde las instituciones autonómicas: pide 350 millones para complementar las pensiones que reciben las viudas vascas, porque son las más bajas. El Gobierno de Urkullu ya completa a través de la renta de garantía de ingresos las prestaciones más bajas, pero lo hace en unos parámetros que no tienen nada que ver con la exigencia de EH Bildu. En concreto, la inversión es de unos 40 millones. La coalición aber-tzale, por el contrario, calcula que existen 190.000 pensionistas que tienen una prestación inferior al salario mínimo, y solo 15.000 reciben el complemento de la renta de garantía de ingresos. Por otro lado, plantea 70 millones en planes de empleo, donde se subvencionarán contratos para los jóvenes con la exigencia de que se sitúen al menos en los 1.200 euros al mes, muy por encima del sueldo mínimo actual o, incluso, de los 900 euros pactados en Madrid por Podemos y el presidente Sánchez.
tiempo para estudiarla Ni la consejería de Azpiazu, ni el PNV ni el PSE quisieron valorar ayer la propuesta y pidieron tiempo para estudiarla. El Gobierno vasco se compromete a analizar con “detenimiento y cariño” el documento de la coalición abertzale, según las fuentes consultadas. Se estudiará desde un criterio económico y competencial. EH Bildu envió el documento a las partes cuatro minutos antes de la rueda de prensa en Bilbao. La portavoz parlamentaria, Maddalen Iriarte, presentó junto a la portavoz económica Nerea Kortajarena una propuesta que es estrictamente presupuestaria y no entra en las condiciones políticas del año pasado, cuando exigió al PNV romper con el socialismo y votó en contra de las Cuentas. Además, ayer se comprometió a hacer la vista gorda con el resto del Presupuesto con tal de que se incida en las pensiones y el empleo, las reivindicaciones “de la calle”. Vuelve a ofrecer dos abstenciones y cree que su propuesta es viable económicamente, aunque en este punto puede haber discrepancias.
En concreto, EH Bildu se apoya en los 632 millones de aumento de la recaudación que prevé el Consejo Vasco de Finanzas, y le añade que este año se pagarán 70 millones menos en concepto de deuda. Por ello, cree que hay 700 millones disponibles y, a partir de ahí, considera que su propuesta cuantificada en 420 es viable “y hay margen para hacer la ciaboga”. Sin embargo, no toda la cifra que ha salido del Consejo Vasco de Finanzas se traduce en disponibilidad presupuestaria extra para el Gobierno vasco. De los 632 millones, un 70% se destina al Gobierno vasco, y el resto a las diputaciones y ayuntamientos. Dentro de ese 70%, el Gobierno vasco tiene que descontar el dinero que se dedica a cumplir los objetivos de estabilidad presupuestaria de la Unión Europea. Por ejemplo, este año el objetivo de déficit se sitúa en el 0,4%, pero el próximo año se reducirá hasta el 0,1%, y cada décima se traduce de manera aproximada en 70 millones de euros menos.
Iriarte, por su parte, consideró que su propuesta de 420 millones “encaja sin problemas en el marco del Consejo Vasco de Finanzas”. “Es viable. No hay excusa económica para rechazarla. Es cuestión de voluntad política, de querer o no querer mejorar las condiciones de vida de los pensionistas”, dijo. Sobre la posibilidad de que EH Bildu module los números de su propuesta en el curso de la negociación, Iriarte no dijo nada concluyente, aunque sí reconoció que el Gobierno vasco tiene todos los datos y su bancada no. “Tendremos que ir viendo. La propuesta que hemos hecho no cuenta con todos los datos que tiene el Gobierno para hacer sus Cuentas. A lo mejor habrá que modificar algunas cosas. Habrá que aumentar algunas partidas, o disminuir otras. Sin ver los números del Gobierno, no lo podemos decir con total seguridad”, dijo, para poner después en valor los ejes de EH Bildu para la negociación. El lehendakari presentará las Cuentas el martes.
Iriarte y Kortajarena pusieron toda la presión en el Gobierno vasco, e incluso deslizaron un tono diferente para referirse al PNV, frente a la disposición que dicen haber visto en el PSE. Sobre los socialistas, con quienes ya se han reunido, aseguraron que había “sintonía” en los temas fundamentales. “No habría mayor dificultad con el PSE”, dijeron. Los socialistas se reunieron con EH Bildu pero, en aquel momento, la coalición no les enseñó las cifras concretas. En el caso del PNV, la reunión aún no se había producido cuando Iriarte ofreció su valoración ayer. “EH Bildu ha pedido la reunión al PNV y esperamos que, si tiene voluntad de aprobar las Cuentas, se produzca ya”, zanjó.
EH Bildu no entró en detalles sobre las pensiones, más allá de los 350 millones de coste total. No aclaró, por ejemplo, hasta dónde quiere incrementar la pensión mínima al mes, ni el número de beneficiarios de esta propuesta, algo que sí especifica en su documento cuando se refiere a los planes de empleo. Propone avanzar año tras año hasta alcanzar los 1.080 euros, pero ahora quiere comenzar por las pensiones de viudedad y realizar el aumento “tramo a tramo, hasta agotar la cuantía destinada”. Sobre el empleo (70 millones), propone planes con contratos de más de 1.200 euros para jóvenes y mujeres. Pide cuatro millones para desarrollar un certificado de igualdad en las empresas que en el futuro será obligatorio para recibir adjudicaciones y ayudas. EH Bildu es la única opción tras el desmarque del PP y el alto coste de las medidas de Elkarrekin Podemos.