BILBAO - El PNV ha aprobado los Presupuestos con el 155 vigente y, un día después, han condenado al PP por el ‘caso Gürtel’. ¿No se está generando una situación peligrosa para la imagen del PNV?

-Yo interpreto que no. La decisión de los Presupuestos tenía un razonamiento lógico, y que se haya conocido la sentencia de Gürtel 24 horas más tarde es un hecho imponderable. ¿Qué hubiera ocurrido si se hubiera producido la sentencia antes? Entrar en ciencia ficción es complicado. El PP tiene un grave problema de corrupción, necesita pedir perdón por lo realizado, depurar las responsabilidades que hubiera por parte de quienes hayan participado en ello, y una regeneración democrática interna inaplazable. Estamos convencidos de que actuamos correctamente. Es más, se está anunciando una moción de censura que, de prosperar, va a contar con un elemento fundamental de estabilidad que es la existencia ya de unos Presupuestos. Si se abriese una nueva etapa, contaría con unos Presupuestos ya aprobados.

¿El PNV apoyaría esa moción de censura?

-Estamos abiertos a analizar todas las posibilidades. Quien la ha registrado espero que se pondrá en contacto con el PNV para exponer su programa, sus intenciones y quiénes son sus pretendidos socios. Hay que recordar que también estuvimos abiertos a una posible nominación de Pedro Sánchez antes de que Rajoy fuera elegido. No llegamos a un acuerdo porque pactó con C’s, se frustró todo por la decisión de Podemos, y hoy seguimos abiertos a todas las hipótesis, pero queremos ver exactamente qué plantea: una moción de censura para gobernar, para convocar elecciones, con qué socios, cuál va a ser su posición en relación a Catalunya...

Si fuera para unas elecciones, ¿el PNV se echaría atrás porque quedarían en el aire las inversiones que acordó con Rajoy?

-No, en tanto en cuanto el Presupuesto está aprobado. Hay un compromiso del Gobierno del Estado, que será quien fuere y deberá cumplir con las previsiones presupuestarias aprobadas.

¿La posibilidad de perder su capacidad de influencia no sería un factor para recelar?

-Es un elemento básico mantener el nivel de influencia de los cinco votos del PNV. Es una de las cinco razones para aprobar los Presupuestos. Otra era cortar el paso a Ciudadanos y a un nacionalismo español rampante que amenaza seriamente la diversidad territorial y el hecho nacional de Euskadi y Catalunya. Nuestra decisión sobre los Presupuestos tuvo éxito. Basta ver la reacción de C’s. Salieron cabreados porque su voluntad era que hubiese elecciones. Las elecciones no sé si serán buenas o malas. Creemos que tiene que haber una regeneración democrática. ¿En la actual coyuntura va a ser posible? No lo sé. Hay demasiadas incógnitas abiertas para saber si a unos y otros les interesa ir a un proceso electoral o no.

Si Ciudadanos estuviera en esa moción de censura, ¿el PNV ya no podría apoyarla?

-Hay que analizar con quién quiere el PSOE bascular esa moción. Hay un eje de partidos españoles que lo conforman PSOE, Podemos y Ciudadanos, que les da mayoría suficiente. Habrá que ver si esos tres agentes están por la labor de apoyar coordinadamente esa iniciativa. Hay otra alternativa exceptuando a Ciudadanos, que obligaría a los representantes catalanes y a nosotros a apoyarla. Entonces veríamos si nuestra decisión puede ser partícipe de una propuesta asumible o no. Estamos abiertos a analizar una posibilidad de mejora democrática en el Estado español, que lo viene necesitando porque estamos ante un Estado político fallido.

Una vez aprobados los Presupuestos, ¿al PNV ya no le importa la continuidad de Rajoy?

-Ni nos preocupa ni nos deja de preocupar la continuidad de Rajoy. El PNV no ha dado su apoyo para mantener a Rajoy o darle un balón de oxígeno para que termine la legislatura. Lo que nos preocupa es que de Guatemala no pasáramos a Guatepeor, que la situación española no nos llevara a un nuevo enfrentamiento mucho más visceral con ese neofalangismo de C’s. Esa tesis de volver a los años duros de Aznar no la queremos en ningún caso. De cara a la moción de censura, queremos saber con qué Pedro Sánchez nos encontramos. El Pedro Sánchez de la modificación de la Constitución para dar cabida al hecho diferencial, o el Pedro Sánchez del mantenimiento del 155. La reforma constitucional federal y asimétrica, al parecer, la ha olvidado. Lo último que le hemos escuchado es la modificación de la ley para que los presidentes autonómicos tengan que jurar la Constitución o no sé qué bandera. Hoy por hoy, empieza a pugnar con C’s porque ve que parte del electorado se fuga. ¿Vamos a ver una pugna por quién se envuelve mejor en la bandera española?

¿El PNV cometió un error de cálculo sobre la vigencia temporal del 155 cuando lo puso como condición para las Cuentas?

-No. Sí hemos aprendido muchas cosas. Hemos sido un tanto ingenuos. Teníamos buena fe y predisposición a trabajar como intermediación. Pensábamos que podíamos ser efectivos. No nos dimos cuenta de que había ocasiones en que nuestras decisiones no eran únicamente las que contaban, sino que participábamos de las estrategias de otros. Lo que no puede ser es que nuestras propias decisiones queden rehenes y maniatadas por las decisiones ajenas. Con total respeto a lo que pueda haber decidido la representación catalana, hemos considerado que la mejor fórmula para provocar el cese del 155 es el apoyo del Presupuesto porque, acabando la legislatura de manera brusca y traumática, el 155 iba a continuar sine die. Tenemos constancia de que las fuerzas políticas catalanas están comprometidas a que el 155, que está vinculado a la constitución del próximo Govern, se desactive en breve plazo. Así nos consta.

¿A qué se refiere con que les consta?

-Nos consta que las fuerzas políticas catalanas tienen una decisión concreta: su voluntad inequívoca de recuperar las instituciones cuanto antes. Sabemos que se están dando pasos para la constitución de un Govern en condiciones para que, de forma automática, el 155 quede deshabilitado.

¿Y eso pasa por un Govern sin presos ni huidos?

-Eso pasa por un Govern efectivo. En eso están. Se ha hablado con posibles consellers.

¿Confiaba el PNV en que los soberanistas conformaran el Govern antes, a la altura de Sant Jordi, como habían comprometido en público?

-El PNV siempre ha sabido diferenciar dónde está la represión y quiénes son los reprimidos. Siempre ha actuado en estos ocho meses como representación de parte de los partidos catalanes. Hemos observado propuestas que nos hubiera gustado que se hicieran con otros ritmos, pero las ejecutaba la representación catalana, que es quien tiene intervenida su autonomía y sus representantes en la cárcel. No podemos censurar absolutamente nada porque no estamos en su situación. Entendemos que ha habido un ámbito simbólico de cara a legitimar a Puigdemont, después las propuestas de Sànchez y Turull, y que después desembocara en una propuesta factible. Pensábamos que para Sant Jordi podía haber Govern. No fue así. Lo respetamos. Hay que tener en cuenta que, cuando el PNV decidió no poner una enmienda a la totalidad, lo que estaba ofreciendo era una gestión del tiempo, y en algo hemos avanzado: hay ya un president y, si para el 22 de mayo no se hubiera producido, los catalanes se hubieran visto abocados a unas elecciones.

Desde JxCat confiaron públicamente en que el PNV mantuviera su palabra. ¿Estuvo fuera de lugar?

-Hemos hablado con el PDeCAT, ERC, y no con el president Puigdemont directamente, sino con interlocutores que nos ha hecho llegar a Sabin Etxea. ¿Que JxCat pretendía que el PNV votara en contra de los Presupuestos? Hombre, lo considero legítimo, pero el PNV va a decidir por sí mismo en materias tan fundamentales. Tenemos en cuenta todas las opiniones, pero ni Rajoy ni Puigdemont deciden por el PNV.

¿El PNV no ha podido ejercer en el Gobierno español la influencia que esperaba para levantar el 155?

-Lo hemos intentado, pero el Gobierno español pretendía que convenciéramos a los catalanes sobre lo que tenían que hacer, y por la otra parte se ha pretendido utilizar nuestra fuerza como ariete en Madrid para forzar una nueva situación. Cuando son tan dispares las pretensiones, que surja el milagro del acuerdo es eso, un milagro. Pero preferimos ver la botella medio llena y estamos convencidos de que las fuerzas catalanas van a hacer lo que esté en su mano para recuperar las instituciones.

¿Ha habido que hacer pedagogía entre la militancia para explicar esta decisión?

-No oculto que es una decisión que ha sido complicada porque estaba el tema catalán, y también el compromiso de las pensiones que, en el supuesto de que no hubiéramos aprobado el Presupuiesto, hubiera quedado en agua de borrajas porque ninguna otra formación política del Estado ha sido capaz de asumir ese acuerdo. También teníamos la agenda vasca, 540 millones de inversión. Entiendo que hay gente a la que le habrá gustado más o menos el acuerdo, pero en este momento no estamos viendo un mayor ámbito de discrepancia en relación a la decisión del Euzkadi Buru Batzar. Ayer [por el jueves] tuve yo mi propia asamblea municipal, y allí lo único que había era curiosidad y necesidad de aclaración de cómo se había actuado y en qué manera habíamos tomado las decisiones que habíamos tomado, pero no he visto ni ámbito de fricción ni de enfrentamiento.

¿Y en la Ejecutiva? Desde Gipuzkoa se mantuvo hasta el último día que la línea del 155 debía seguir vigente.

-No es que fuera desde Gipuzkoa, es que era una línea que todos habíamos asumido. Cuando una decisión es tan complicada, genera muchas dudas por parte de todos. Ese análisis ha sido compartido en el EBB. Este no es un partido que funciona a la búlgara. Hay opiniones diferentes pero, una vez tomada la decisión mayoritaria, todos la asumimos y la defendemos al 100%. Eso es lo que ha ocurrido.

¿El PNV no podía renunciar al acuerdo de las pensiones ni a los 540 millones en inversión? ¿La sociedad vasca lo hubiera castigado?

-Claro que el PNV podría haber renunciado al acuerdo de las pensiones, pero pregunte usted a los que se manifestaron en defensa de su pensión qué hubieran pensado si no hubieran tenido el aumento en función del IPC, el incremento de las pensiones de viudedad y el aplazamiento del factor de sostenibilidad. Hubieran venido a las puertas de Sabin Etxea a preguntar cómo era posible que, una vez alcanzado ese mínimo, se dejara ir por el aliviadero. Es lógico que pretendan más dotaciones, pero alguien está sacando números mágicos de 1.080 euros que no se llega a entender por qué. Si es un 60% del salario medio, se corresponde con la cifra del Estado y no la vasca. ¿Y por qué no 1.080 a los parados de larga duración, los jóvenes sin empleo, o dotarlo como renta universal?

“Si hubiéramos renunciado al pacto de las pensiones, los que se han manifestado vendrían a las puertas de Sabin Etxea a preguntar por qué”

“El PNV no funciona a la búlgara. Hay opiniones diferentes pero, una vez tomada la decisión mayoritaria de las Cuentas, la defendemos al 100%”

“En la moción de censura, queremos saber con qué Pedro Sánchez nos encontramos: el defensor del hecho diferencial, o el del artículo 155”