Oihan Arnanz: “No supe nunca que eran guardias civiles, solo fui a tranquilizar y me retiré”

Madrid - El procesado que se enfrenta a la mayor pena de prisión, Oihan Arnanz, para el que la Fiscalía pide hasta 62 años de cárcel y al que defiende el letrado Jaime Montero, relató ayer ante el tribunal que desconocía la condición de guardias civiles de los agredidos y que en ningún momento había tenido ningún problema con este cuerpo policial. Arnanz dijo haber presenciado algún tipo de altercado cuando se encontraba dentro del local, pero en un lugar aparte del que se producían los hechos. “Lo que hice fue acercarme a la barra para ver lo que pasaba y traté de tranquilizar la situación porque había una discusión entre un chaval y otro hombre que luego me enteré que era guardia civil. Crucé alguna palabra, pero no le amenacé con nada y repito que desconocía que era guardia. Entonces me cogió un amigo y me llevó hasta el fondo del bar. Yo no le pregunté si era madero, ni guardia civil ni nada de eso. No estuve en ningún altercado, me enfrenté verbalmente por la discusión que veía pero mi amigo me sacó de allí y dejé de tener contacto con esas personas”.

A continuación Arnanz salió del bar y se quedó hablando con otro amigo, a la vez que veía a un herido que estaba acompañado de policías forales como tratando de identificar a alguien. “Cuando salí del bar, ya había ocurrido todo”, zanjó Arnanz. A él le acusan de empujar por la espalda dentro establecimiento al teniente, de insultarle y amenazarle y golpear también a la novia.

Sobre su posicionamiento frente a la Guardia Civil, Oihan, que lleva más de 500 días en prisión por estos hechos, declaró que “nunca ha tenido ningún problema con ningún cuerpo policial. No soy miembro de Ospa, no he participado nunca y no tengo ningún tipo de militancia política”, aseveró. El procesado también afirmó que desde el día de los hechos no ha manipulado nada de su móvil y de hecho las acusaciones no han podido encontrar una línea en la que apuntar que este acusado hubiera concertado alguna acción violenta con el resto. El fiscal cuestionó que en instrucción había dicho otra cosa, que declaró entonces que no estaba en el Koxka. “La cosa se me quedaba grande, había salido a estudiar, me asusté porque vinieron policías encapuchados y declaré bajo el miedo de situarme lo más lejos posible de los hechos. He venido a contar lo que pasó y a colaborar con la Justicia”.