BILBAO - “Nunca he tenido caja B ni he ordenado ningún blanqueo. Por tanto, no dimito. Todo es falso”. Así de rotunda se manifestó la senadora y exalcaldesa de Valencia Rita Barberá en su reaparición pública para negar todas las acusaciones que se desprenden de la operación Taula. “No he cometido ningún delito y no conozco nada de lo que se me acusa”, verbalizó con su personalismo habitual y desafiante, e incluso altiva, asegurando que “nadie nunca me entregó ni remanente ni llave ya que jamás hubo caja B”. La exdirigente del PP admitió que otorgaba una donación mensual al partido de 60,10 euros “y 1.000 euros en la campaña que nunca fueron devueltos”, amén de aportaciones voluntarias para el coste de los escoltas de la Comunidad Autónoma Vasca “cuando fueron retirados”. “En campaña yo me centraba en el contenido político, en la calle, en la gente y en conseguir más votos, ilustró Barberá, quien rechazó cualquier tipo de mordida en lo referente a los contratos municipales.

“Son acusaciones falsas y maliciosas. No me he quedado nada. Vivo de alquiler, no tengo coche ni segunda residencia. Mi patrimonio es conocido. Vivo de mi trabajo y me apoyo en mi familia y en una docena de amigos”, justificó, dispuesta a gastar hasta el último céntimo de su patrimonio en restaurar su honor y dignidad. “No soy corrupta ni desde el punto de vista económico ni moral”, zanjó la exregidora, que achacó su silencio durante estas semanas a que ignoraba el sumario que ha dado lugar “a una dura y mediática instrucción”. Descartó así presiones para salir a la palestra “porque no soy dócil” y no dudó en azuzar a las formaciones de izquierda por su “vomitivo y desproporcionado ansia de colocarme como jefa de una trama criminal”.

En este contexto recordó los escándalos de corrupción que afectaron al PSOE hace décadas y que el secretario general del socialismo gallego y alcalde de Vigo “luce cuatro imputaciones”. “¿Por qué no se le pregunta a Pedro Sánchez todos los días si va a haber más dimisiones y a mis compañeros sí se les pregunta todos los días por mí”, reiteró Barberá, evitando dedicar “un minuto a la izquierda antisistema porque representa al rancio comunismo”, y atacando a Ciudadanos al poner en duda su financiación. “Sin estructura de partido han pagado tres campañas casi seguidas”.

Barberá, que no se plantea dejar su escaño en el Senado, agradeció explícitamente el apoyo de “Mariano Rajoy, Dolores de Cospedal, del ministro de Justicia, el portavoz del PP en el Senado, Alfonso Alonso, Celia Villalobos y Paco Camps”. Ningún elogio para sus compañeros en Valencia, a los que envió un mensaje hace unos días que sonó a amenazante. “No tengo intención de tirar de la manta porque no hay manta. Era un mensaje que envié a dos personas, no exactamente así, por lo que sé quién lo filtró”, soltó.