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Detenido en Sara el presunto miembro de ETA Aitor Zubillaga

huido tras desarticularse el grupo que operaba en gipuzkoa, se autoinculpó en actos de kale borroka

Detenido en Sara el presunto miembro de ETA Aitor ZubillagaFoto: efe

madrid. La Policía francesa, en colaboración con la Comisaría General de Información del Cuerpo Nacional de Policía, detuvo ayer a las 15.05 horas en Sara al presunto miembro de ETA Aitor Zubillaga Zurutuza, que se encontraba huido. El arrestado, nacido en Zumarraga en 1977, envió en 2000 una carta de amenaza al alcalde de Legazpi siguiendo las órdenes de ETA, y días después participó en un ataque de kale borroka contra el batzoki de la misma localidad. Estas son las razones, según Interior, por las que se había cursado una Orden Europea de Detención y Entrega en virtud de la cual se procedió a su arresto.

Fue el 8 de agosto del 2000 cuando Zubillaga envío una carta amenazante al regidor de Legazpi, Juan Ramón Larrañaga, de EA. La misiva llevaba la firma de Legazpiko Gazte Indarra-LGI (Fuerza Joven de Legazpi). Dos días después rompió la cristalera exterior del batzoki de Legazpi. En esta ocasión, Zubillaga lanzó al interior del inmueble al menos tres artefactos incendiarios. Esta acción fue reivindicada en nombre del grupo LGI mediante una llamada telefónica a la emisora Herri Irratia de Donostia.

Escapó tras la desarticulación de su grupo, pero a sus 36 años de edad, Zubillaga ya ha sido detenido varias veces en Francia. Fue arrestado en agosto de 2008 en la localidad de Totein-Litarrenx y meses después en Pau. En diciembre de ese año fue trasladado a España para ser juzgado por quemar la vivienda y el vehículo de un ertzaina en Legazpi en el año 2000. Finalmente, el 3 de febrero de 2009 la Sección Tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional le absolvió al considerar que la única prueba que existía contra él era una carta en la que se autoinculpaba de estos hechos para impresionar a su exnovia.

La sentencia reseñaba que no constaba "otro indicio para la inculpación del acusado que su propia autoimputación" en una carta que dejó bajo la almohada de la cama de la que había sido su pareja poco después de intentar suicidarse mediante la inhalación de gas en la vivienda que ocupaban. En el manuscrito, que finalizaba diciendo Decide tú qué hacer con esto, tengo plena confianza que harás lo más conveniente, Zubillaga asumía la quema del vehículo e implicaba en ella a dos amigos íntimos de su exnovia, que no tenían "conocimiento" de la pertenencia de Zubillaga al LGI, ni de que éste ejecutara los hechos que se había atribuido. El tribunal subrayó que sufría "estado de angustia en el contexto de un trastorno adaptativo de predominio emotivo conductual".