Bilbao. La jornada posterior a los graves incidentes que se produjeron el martes durante la protesta Rodea el Congreso organizada por la coordinadora 25-S se dividió entre el Gobierno español y el PP, que defendieron la actuación policial, y los grupos de la oposición, con el PSOE a la cabeza, que expresaron sus críticas por unos sucesos que se saldaron con 35 detenidos y 64 heridos, 27 de ellos policías.
El líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, advirtió ayer de la "fractura social" que hay en el Estado español y culpó al jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, de "abonar el divorcio" entre la opinión pública y la política con decisiones como no debatir el rescate financiero en el Congreso. "Le dije a Rajoy [hace unos días] que España se le está yendo de las manos y ahora pienso esto pero más. Cada día se le está yendo más de las manos", opinó en declaraciones en el Congreso.
El líder socialista advirtió de que los políticos cometerían un error si se limitaran a analizar "los problemas de orden público" ocurridos en la marcha de la víspera, porque sería un enfoque parcial. Tras reconocer la "dificilísima" tarea de la Policía en casos como éstos, Rubalcaba señaló que un responsable de Interior "siempre tiene que pedir a la Policía que busque fórmulas para evitar determinadas cosas".
Por parte del Ejecutivo de Rajoy y del PP, el respaldo a la actuación policial, en la que se produjeron cargas y enfrentamientos con los manifestantes, fue total. El propio presidente español, de viaje oficial en Nueva York, expresó su reconocimiento a "la mayoría de los españoles que no se manifiestan" a pesar de la crisis. El director general de la Policía, Ignacio Cosidó, explicó que los agentes respondieron de forma "proporcional y congruente" ante grupos "de la extrema izquierda, okupas y anarquistas" que actuaron de forma estructurada. El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, felicitó a las Fuerzas de Seguridad por reaccionar "extraordinariamente bien" e impedir que un grupo de personas lograra ocupar el Parlamento y "coaccionar" a los diputados.
En la misma línea, la delegada del Gobierno español en Madrid, Cristina Cifuentes, calificó de "proporcional" el trabajo de la Policía y señaló que los agentes se limitaron a defender el Estado de Derecho y a "repeler una agresión", ya que fueron objeto de "todo tipo de lanzamientos" con botellas, tornillos, cristales y "casi 300 kilos de piedras". Frente a esta valoración, el secretario general del grupo parlamentario socialista, Eduardo Madina, opinó que las cargas fueron "claramente excesivas".
Mucho más crítica, Izquierda Plural (IU-ICV-CHA) reclamó que se investigue la supuesta participación de policías vestidos de paisano y encapuchados en la manifestación porque, según denunció su portavoz, Cayo Lara, en un vídeo se aprecia que eran "provocadores". El diputado de IU Gaspar Llamazares pidió el cese de la delegada del Gobierno al estimar que convirtió "una movilización social democrática en una estrategia de antiinsurgencia antidemocrática".
Nueva protesta La coordinadora 25-S garantizó ayer que es ajena a la violencia que se desató el martes y volvió a convocar una concentración en la plaza de Neptuno, donde por la tarde se dieron cita unas 2.500 personas frente a las vallas que protegen el perímetro de la Cámara Baja. Los congregados cortaron el tráfico en el paseo del Prado, sorteando el cordón policial, aunque sin incidentes. Sí se produjo un momento de tensión cuando un grupo reducido de personas con estética antisistema lanzó un petardo a la Policía, que no reaccionó. El resto de manifestantes sí lo hizo censurando la acción con gritos de "fuera, fuera" e "infiltrados".
La mayoría de los presentes gritaba consignas como "gobierno dimisión", "el pueblo unido jamás será vencido", "Rajoy, cobarde, la calle está que arde" o "detenidos, libertad", en referencia a los 35 arrestados. Éstos pasarán hoy a disposición de la Audiencia Nacional tras declarar ante la Policía y ser acusados de delitos contra la Constitución y las instituciones, así como de promover manifestaciones contra el legislativo.