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Capitulación en Santoña

El viernes se cumplieron 75 años del Pacto de Santoña entre nacionalistas vascos y fascistas italianos Las diferentes reuniones entre ambos bandos se alargaron desde mayo de 1937 a finales de 1938

Capitulación en SantoñaFoto: sabino arana fundazioa

bilbao

el 24 de agosto se cumplieron 75 años del llamado Pacto de Santoña. El acuerdo sellado en Guriezo (Cantabria) tuvo como protagonistas al sector nacionalista del Gobierno de Euzkadi y los mandos del fascio italiano aliado al bando franquista. La denominada fórmula italiana comenzó a gestarse antes de la caída de Bilbao del 19 de junio de 1937. En mayo, arrancaron las primeras reuniones.

El origen es una posible realidad cuando el cónsul italiano, Marqués Cavaletti, se pone en contacto con el canónigo de Markina, Alberto Onaindia, en Donibane Lohizune (Lapurdi). El objetivo: "Que medie ante el lehendakari José Antonio Aguirre", exponía en la revista Euzkadi en 1987, Alberto Rodríguez. A juicio del autor del artículo impreso, Italia contaba con mala prensa mundial por su estado "totalitario, por los pactos con Hitler y la intervención en Abisinia". Por ello, a modo de "acto humanitario", quiso mostrar al mundo que ante el Pueblo vasco agraviado por los acontecimientos de Gernika, lograrían un triunfo diplomático.

El 16 de junio, el presidente del BBB del PNV, Ajuriaguerra, contacta con los italianos y se erige como portavoz de los nacionalistas vascos. Se descarta que sea el propio Aguirre.

Una vez tomada Bilbao por los golpistas y leales a los sublevados, el 24 de junio se produce una anécdota que ya es historia. Las dos partes de la salida italiana acuerdan reunirse en Algorta, pero el encuentro no se produjo. Al haber dos playas en el término, unos esperaron en una, mientras los otros lo hacían en la otra.

Al día siguiente, Ajuriaguerra acude a otro encuentro con su secretario particular. El pacto comienza a complicarse. Así, el 2 de agosto, José Antonio Aguirre encargó contratar barcos para evacuar a Catalunya vía Francia a unas 28.000 personas. Contrataron catorce barcos, pero llegaron solo dos: Seven's SeasSpray y Bobby. La propuesta acordada suponía que las catorce embarcaciones tendrían mar libre entre el 21 y 24 de agosto. Sin embargo, como matiza Rodríguez en la publicación Euzkadi, "cuando los italianos se enteraron de que los vascos no se hacían a la mar por no llegar los barcos, se sorprendieron y, alarmados, no podían comprender lo que ocurría".

Por ello, Ajuriaguerra y Lucio Artetxe negociaron un nuevo plazo de salida al tiempo que los militares españoles obligaron a retirarse a los italianos, "quedando el Ejército de Euzkadi prisionero de las actividades franquistas".

El 27, tras la entrega de los combatientes, se celebra un consejo del Gobierno con representantes del PNV, ANV, con Manuel de Irujo y el religioso Onaindia. La misión era entrevistarse con el embajador de Italia en París y conocer la situción de los apresados. El autor de El Gobierno vasco tras el Pacto de Santoña en la revista Euzkadi, Koldo San Sebastián sostiene que las gestiones fueron infructuosas. El 2 de septiembre Onaindia y el ex miembro del EBB del PNV, José María Izaurieta, supieron que los "fascistas no iban a cumplir lo pactado".

El Gobierno vasco decide activar sus posibilidades. Hay contactos con la cárcel de El Dueso. El 15 de octubre Italia reafirma que no cumplirá lo firmado y se dan los primeros fusilamientos por lo que el Ejecutivo de Aguirre pide mediación y presión internacional. Al mismo tiempo, Koldo San Sebastián subraya que "las relaciones del Gobierno de Euzkadi y el de la República viven momentos difíciles por el Pacto de Santoña". De ahí que en aquellos días el propio lehendakari Aguirre escribiera: "La aureola vasca empalideció unos días".

Ante tal situación, se crea una comisión para canjes con el jeltzale Irujo, el republicano Giral y el comunista Hernández. Otro problema fue cómo trasladar a los presos de Santoña a la cárcel de Larrinaga. Entre ellos estaban los exmiembros del EBB del PNV Ajuriaguerra, Unceta y Arcelus. El Gobierno vasco pide al Vaticano que interceda.

El 18 de septiembre se suspendieron las ejecuciones de forma provisional. La Cruz Roja internacional también presionó a la España franquista. En enero del 38, había una lista de canjes redactada e, incluso, algunos significados franquistas se interesaron por los condenados por lo que fueron represaliados, caso de Crisanto Benegas o Herrera Oria, acusados de "cómplices de asesinos".

El 27 de diciembre de 1938, el Ministerio de Asuntos Exteriores indultó a Ajuriaguerra. "Le conmutaron la pena de muerte y pasó a tener la perpetua". En Derio habían fusilado a los presos y en Larrinaga les daban garrote vil.

A juicio del senador del PNV en Madrid, Iñaki Anasagasti, el cuestionado Pacto de Santoña fue un acierto. "Decía el consejero Monzón que si no hubiera habido un pacto como el de Santoña se hubiera producido un inmenso charco de sangre. Y tenía razón. El Ejército vasco no tenía armamento, la República ni había enviado aviones ni protegido nuestras ciudades con antiaéreos, el asesino de Mola destruía Otxandio, Durango, Amorebieta, Eibar, Gernika y todo lo que podía con el grito de guerra de "Arrasaré Vizcaya". Los niños eran enviados a Europa, no había provisiones y Franco era un asesino con el que no había posibilidad de pacto alguno. Hizo bien el PNV en buscar la salida menos mala de Santoña y Aguirre en tratar de llevar el Ejército a Catalunya. Que la República hubiera estado a la altura", argumenta Anasagasti.