bilbao. "Recuerdo un Aberri Eguna. Yo tendría 12 o 13 años, oía hablar a mi aita y veía a la gente. En un momento se ponía serio, y la gente estaba seria. De repente transmitía optimismo, alegría, y la gente comenzaba a reír. Entonces descubrí lo que era el carisma, y que mi aita tenía ese carisma". Así se explicaba en una entrevista con DEIA en marzo de 2010 Joseba de Aguirre, segundo de los hijos del primer lehendakari vasco, José Antonio de Aguirre y Lekube. Joseba de Aguirre (París, 1938) falleció ayer tras años luchando contra una dura enfermedad. La misa funeral tendrá lugar mañana, sábado, en la iglesia de San Ignacio de Getxo a las 12.30 horas.
Joseba de Aguirre era un apasionado de la historia de Euskadi y de lo que significó su aita no solo para el nacionalismo vasco, sino para aquellos que, sin ser nacionalistas, reconocían en José Antonio de Aguirre a un hombre que supo enfrentarse a las adversidades -que las hubo, y muchas- en defensa de su patria. El propio Joseba, como sus hermanos Aintzane e Iñaki, conoció lo que es vivir en el exilio.
Con motivo del cincuenta aniversario de la muerte del lehendakari, este diario publicó varios artículos sobre el legado que había dejado José Antonio de Aguirre. Una persona clave para dar a conocer la historia del primer presidente vasco fue su hijo. Joseba de Aguirre vivía en una casa de Neguri, una casa que compró su padre, pero que el lehendakari nunca llegó a habitar. En su despacho, presidido por un cuadro de José Antonio de Aguirre, su hijo guardaba material que había pertenecido a su aita, aunque otros muchos documentos los donó a la Fundación Sabino Arana, de la que era socio fundador.
En la entrevista reconocía que en algún momento de su vida le había pesado el apellido Aguirre. "Cuando iba a cumplir 21 años, en junio de 1959, tenía que optar entre ser español, francés, ya que nací en París, o por la naturalización británica -había estudiado en Cambridge-. Ese último año, aita vino un par de veces a Londres, y yo le dije que había estudiado en Inglaterra y que quería seguir allí. Era un momento en el que pensé que debía dejar de ser el hijo del lehendakari Aguirre y comenzar a vivir mi propia vida", señalaba entonces.
Donibane Lohizune ha sido un municipio clave en la vida de Joseba. Allí se casó con Maria Joxepa Muñoa, hija de una familia exiliada, que nació muy cerca, en Pau. En Donibane Lohizune, además, está enterrado el lehendakari Aguirre.
Joseba se mantuvo activo hasta el último momento, y prueba de ello es que, en el número de julio de la revista Hermes de la Fundación Sabino Arana, se encargó de la traducción de un artículo que escribió en su momento Noel Monks -corresponsal del Daily Express- sobre el bombardeo nazi contra Gernika.