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Interior carga de trabajo a los berrozis de Intervención tras desmantelar su unidad

Modifica sus horarios, elimina libranzas y les obliga a tener disponibilidad inmediata casi todo el año

Interior carga de trabajo a los berrozis de Intervención tras desmantelar su unidadDEIA

BILBAO. La situación de excepcionalidad que atraviesa la Unidad de Intervención de la Ertzaintza, prácticamente desmantelada después de que la mitad de la veintena de berrozis que la integraban hayan sido trasladados a otros destinos por su enfrentamiento abierto con su responsable, está empezado a generar los primeros problemas. Y es que los pocos agentes que quedan en la unidad de élite han visto cómo se han ampliado sus horas de trabajo con el objetivo de suplir la falta de efectivos, lo que no ha evitado que algunas operaciones se estén viendo ya afectadas.

Sin previo aviso, el Departamento de Interior ha modificado los calendarios laborables de la decena escasa de ertzainas de Intervención suprimiendo días de libranza pese a coincidir además con las fechas navideñas. Del mismo modo, se han eliminado los retenes -por los que los berrozis permanecían en el centro policial haciendo pernocta y cobrando por ello- y se ha aumentado exponencialmente la figura del stand by, lo que supone que deberán tener disponibilidad inmediata las tres cuartas partes del año. Es decir, deben estar localizables y acudir a la base en caso de urgencia en un tiempo establecido.

Desde Euspel aseguraban que "como se produzcan más bajas en la unidad, si salen trabajos habrá que recurrir a la Brigada Móvil, pero no está formada por agentes especializados". Fuentes de ELA denunciaban que "van a trabajar mucho más por menos dinero".

Lo cierto es que esta difícil coyuntura ya se está dejando notar. Fuentes sindicales consultadas explicaban que, por ejemplo, en el operativo que se produjo el pasado día 17 en Donostia, en el que un ertzaina resultó herido grave por los disparos de un vecino del barrio de Loiola, la Unidad de Intervención, que redujo al agresor, "tardó dos horas en llegar". Un retraso que no es achacable a la distancia que existe entre su base de origen y la capital guipuzcoana.

Expediente paralizado No se prevé una solución a corto plazo para esta situación. Interior ha convocado un curso para formar a nuevos agentes de Intervención -algo inédito en los últimos años- que no acaba de arrancar. De hecho, aún no ha salido la lista de admitidos. Y es que este curso también está rodeado de polémica. Si hasta ahora era condición indispensable para acceder al mismo tener aprobado el curso de Protección, la convocatoria actual está abierta a todos los agentes del Cuerpo. Más aún: muchos berrozis de Protección no han podido apuntarse porque ahora se les exige una permanencia de al menos cinco años en dicha unidad.

Los problemas en la Unidad de Intervención comenzaron tras el nombramiento de su nuevo responsable, E. M., por el consejero Rodolfo Ares. "Este señor está provocando situaciones de peligro, participando en operativos como uno más sin tener ninguna preparación", resumían desde Euspel.

Este desencuentro acabó desembocando en la apertura de un expediente por falta grave a la mitad de los agentes de la unidad. La excusa fue el vestuario empleado por los mismos en una operación. Sin embargo, los afectados denuncian que los motivos reales van mucho más allá. El expediente no llegó a resolverse y está paralizado. Interior optó entonces por trasladar a esos agentes y distribuirles entre la Brigada Móvil y la Unidad de Protección, lo que ha dejado a Intervención en precario.