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Mandos afines a Ares copan las plazas del curso de intendente de la Ertzaintza

En la última prueba se violó la normativa al esperar media hora a un candidato

Mandos afines a Ares copan las plazas del curso de intendente de la ErtzaintzaFoto: Efe

Bilbao. El consejero de Interior, Rodolfo Ares, ha proclamado a los cuatro vientos la realización, por primera vez en la historia de la Er-tzaintza, de un curso de ascenso a intendente para que aquellos mandos que ejercen las tareas de mayor responsabilidad -jefes y subjefes territoriales, de división y de comisarías de las tres capitales de la CAV- tengan la categoría real que corresponde a esos puestos. La teoría es que, de este modo, se acaba con una situación en la que dichas plazas estaban ocupadas en comisión de servicios. La realidad es que, una vez concluidas las pruebas de acceso y seleccionadas las diez personas a las que se impartirá el curso, se comprueba que todos ellos -o, al menos, la gran mayoría- forman parte del núcleo duro de Ares. Los mandos policiales de confianza del consejero desde que accedió al cargo hace dos años y medio.

En el seno del Cuerpo se ha instalado un "malestar generalizado", sobre todo entre aquellos que no han pasado las pruebas de acceso al curso, que tienen dudas razonables sobre la "parcialidad" del tribunal, según fuentes conocedoras de la situación. El listado de los diez seleccionados es contundente, comenzando por el jefe de la Er-tzaintza, José Antonio Varela, y el subjefe, Lucio Cobos. Continúa con los cinco jefes de división: Iñigo Ibarra (Inspección General), Txetxu Blasco (Tráfico), Gorka Azarloza (Seguridad Ciudadana), Josu Bujanda (Antiterrorista) e Iñaki Sola (Investigación Criminal). Todos ellos, conocidos entre los miembros de la Policía vasca como los siete magníficos, fueron nombrados por Ares, que desplazó a los mandos designados por el anterior Ejecutivo vasco a puestos de escasa o nula responsabilidad. También han pasado la terna el jefe territorial de Araba, Josu Markaida; el subjefe de Investigación Criminal, Antonio Fontaina; y el subjefe de la comisaría de Bergara, Julio Arévalo, el único de los diez sin rango de comisario. Como consecuencia añadida, su nombramiento como intendentes supondrá que tendrán el puesto en propiedad y que estarán blindados ante un eventual relevo en el Gobierno vasco.

Los motivos de sospecha comenzaron en el propio desarrollo de las pruebas. Los 18 agentes que superaron la evaluación de competencias profesionales -basada en el último año y medio de servicio, con Rodolfo Ares al frente de Interior- fueron convocados el pasado 20 de octubre a las 9.30 horas en la Academia de Arkaute para realizar las pruebas psicotécnicas. Uno de ellos, Julio Arévalo, no llegó a la hora establecida, a lo que la directora de Arkaute, Elena Moreno, reaccionó retrasando la prueba, alegando que el aspirante estaba teniendo problemas de tráfico.

Esta decisión unilateral, que no pudo ser contestada por los presentes, incumple la base octava del reglamento para el desarrollo de las pruebas de oposición. El mismo establece que "se producirá la exclusión automática del procedimiento selectivo de quienes no comparezcan al llamamiento del tribunal para el desarrollo de las pruebas y/o ejercicios obligatorios en la fecha, hora y lugar que se señala, incluso por razones de fuerza mayor". Cuando Arévalo llegó, los exámenes pudieron comenzar a las 10.00 horas, treinta minutos después de lo previsto.

Carácter de urgencia El resultado de esta última criba también ha sido motivo de controversia, toda vez que el propio Julio Arévalo superó la misma, además de forma destacada, logrando plaza de intendente junto a los otros nueve seleccionados. Un hecho que ha sorprendido sobremanera por tratarse del único agente sin rango de comisario de toda la terna, por lo que es de suponer que el resto tendría de partida más opciones para pasar la prueba. El curso de intendente se va a impartir ahora por el "procedimiento de urgencia", cumpliendo órdenes directas de la cúpula de Interior. Mientras, parece que los recursos de los aspirantes que fueron rechazados tendrán escasas posibilidades de prosperar.

Esta operación empezó a gestarse hace meses, cuando a comienzos del pasado verano el Consejo de Gobierno aprobó un cambio de estatus para Antonio Varela y Lucio Cobos, que pasaron a ser jefe y subjefe de la Ertzaintza, respectivamente. El motivo fue posibilitar su acceso al curso de intendente, ya que para ello es obligatorio "hallarse en situación de servicio activo", según establece el artículo 59 de la sección tercera de la Ley de Policía.

Una condición sine qua non que ambos incumplían, ya que el cargo de director de Varela y el que estaba previsto de jefe adjunto operativo para Cobos -previamente, fue responsable de la División Antiterrorista- suponían por su cariz político que estaban de excedencia en el Cuerpo. En cambio, las nuevas figuras de jefe y subjefe están integradas en la propia estructura de la Policía vasca. Fuentes consultadas por DEIA se preguntaban "en base a qué cobran su sueldo" Varela y Cobos, toda vez que sus cargos "no existen hasta que no se publique la RPT", lo que no está previsto hasta finales de año o principios de 2012.