yo no sé nada". "No tengo ni idea". "Yo no hablo de eso". "Tengo prisa", responde una mujer que lleva largos minutos con la bolsa de la compra en el suelo conversando con un conocido sobre "un tema personal". "No me interesan esas cosas. Solo te voy a decir que la alcaldesa (la mayoría de los lasarteoriatarras se refieren a Ana Urchueguía como alcaldesa, a pesar de que hace un año que abandonó el cargo) ha hecho mucho por el pueblo", añade otro.
La mayoría de esas respuestas provienen de personas mayores, jubilados y abuelos, cuando se les requiere su opinión sobre la información publicada desde el pasado sábado en Grupo Noticias sobre el ya conocido como caso Urchueguía. De las opiniones recabadas ayer a pie de calle por este diario, entre las personas mayores únicamente hay una negativa; la de un hombre sentado en la terraza de un céntrico bar que responde: "Prefiero no hablar de Ana Urchueguía porque me enciendo. Yo trabajé para ella muchos años en el Ayuntamiento y, después de ver cómo funciona, puedo asegurar que es una choriza". Esta persona pide el anonimato por temor a posibles represalias. Protegidos también por el paraguas del anonimato -"para no entrar en polémicas"-, los jóvenes y los ciudadanos de mediana edad están más dispuestos a hablar del tema. Sus consideraciones son muy dispares. Mientras que una mujer rubia asegura que los reportajes de Xabier Lapitz son "el mejor culebrón" que ha leído y califica a Urchueguía de "cacique", una joven defiende que no se cree "ni la mitad de lo que se ha publicado".
"Es una campaña de desprestigio orquestada por los nacionalistas y la plataforma que quiere echar al PSOE del Gobierno", asegura la misma joven. Ella comparte la visión del candidato a diputado general del PSE, Miguel Buen, de que "cada uno se gasta su dinero donde quiere". Precisamente el dinero es lo que más preocupa a la mayoría de los habitantes. "¿De dónde ha sacado tanta pasta para comprar esa finca y las mansiones?", pregunta una vecina de Urbarte. "Menudo cachondeo que tienen mis compañeros de trabajo de Donostia con los de Lasarte", comenta su amiga.
vecinos de la zona
"Ese modus operandi lo hemos conocido en Lasarte"
Uno de los reportajes que mayor eco ha tenido entre la población de Lasarte-Oria es la entrevista a la vecina de Somoto Luisa Villa (nombre ficticio). "Ese mismo modus operandi que se refleja en el artículo lo hemos conocido en Lasarte. Se ponen árboles y bancos, se adornan calles y se plantan muchas flores. Todo adorno, pero poca obra necesaria. Aquí también los que no comulgamos con ella hemos sufrido sus desaires. Nos llegó incluso a echar de su despacho cuando fuimos a proponerle una actividad para el pueblo", relata un hombre relacionado con un club deportivo.
"Las noticias no me han causado ninguna sorpresa. Sus tejemanejes en Nicaragua y sus líos con el alcalde de Somoto eran un secreto a voces. La única novedad es que hemos podido ver los papeles", sostienen tres jóvenes que toman el café a las puertas de otro bar del centro. Sin embargo, la adquisición de bienes y los trabajos que se han realizado con el dinero de la cooperación no son los únicos escándalos en boca de los lasarteoriatarras.
Nicaragüenses en lasarte
"Llamen a doña Ana. Díganle que me he quedado sin trabajo"
"¿Alguien podría explicarme qué hacen tantos somoteños en Lasarte? ¿Quién los ha traído?", se pregunta un hombre que acto seguido recuerda que un día se encontró un nicaragüense bajo un árbol del parque Froilán Elespe con aspecto de haber dado buena cuenta de la botella de vodka que tenía a su lado. Entre sollozos pedía: "Llamen a doña Ana, que es mi amiga. Díganle que me he quedado sin trabajo". Pero hay dos ideas en las que la gran mayoría de los vecinos están de acuerdo: "Con Urchueguía en la Alcaldía, Lasarte-Oria ha mejorado mucho" y "quien ha robado dinero que la pague".
El único vecino que no tiene problemas en dar su identidad y dejarse fotografiar es Unai Zabala, de 32 años. Este joven es contundente en su valoración: "Hace poco tiempo que vivo en Lasarte, pero de lo poco que sé puedo decir que mucha gente está harta. Hay muchos rumores y con el tiempo te vas enterando de que tiene una casa aquí, una mansión allá... Parece una minimarbella".