Síguenos en redes sociales:

En el centro de los focos

Garzón se convirtió en "juez estrella" por casos como los GAL o Pinochet

En el centro de los focosFoto: efe

bilbao

tITULAR del Juzgado de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón pasará a la Historia, entre otras cosas, como el prototipo de lo que se ha dado en denominar juez estrella. Por sus manos han pasado casos como la Operación Nécora, Pinochet, los GAL o el 18/98, en el que, según su propio auto, "dejó al descubierto las entrañas de ETA". Todo ello, además, aderezado por un fugaz paso por la política y su nominación al Premio Nobel de la Paz.

Baltasar Garzón Real nació el 26 de octubre de 1955 en la localidad jienense de Torres. Segundo de los cinco hijos del agricultor y posteriormente empleado de gasolinera Ildefonso Garzón Cruz, estudió en los seminarios de Baeza y de Jaén. Abandonó los estudios eclesiásticos y la familia se trasladó a Sevilla, donde Baltasar Garzón se licenció en Derecho por la Universidad de la capital andaluza en el año 1979.

Su primer destino en la carrera judicial fue el juzgado de la localidad onubense de Valverde del Camino. Tras pasar por Villacarrillo (Jaén) y Almería, en 1988 pasó a hacerse cargo del Juzgado número 5 de la Audiencia Nacional.

Sus primeros pasos se centraron en la lucha contra ETA, aunque el caso que le dio notoriedad y le hizo saltar a las portadas de los medios de comunicación fue la Operación Nécora contra el narcotráfico en Galicia en 1990, en la que desarticuló la organización liderada por Laureano Oubiña y acabó con la detención de los integrantes del llamado clan de los Charlines.

En 1993, Felipe González le reclutó para la política, y pasó a ser el número 2 del PSOE en las elecciones a la alcaldía de Madrid. Su aspiración era convertirse en el responsable de la cartera de Justicia, pero este cargo recayó en Juan Alberto Belloch, al tiempo que Garzón era nombrado secretario de Estado del Plan contra las Drogas.

Poco duró en el puesto, ya que en 1994, y al no verse cumplidas sus aspiraciones, abandonó sus veleidades políticas y retornó a la Audiencia Nacional. Nada más regresar a los tribunales, su primer caso fue la investigación de los GAL, que finalizó con el encarcelamiento de Barrionuevo y Vera.

Conocido ya en el Estado español, saltó a la fama internacional cuando en 1998 ordenó la detención de Augusto Pinochet cuando el ex dictador chileno se encontraba en Londres. Garzón se reconoció competente para juzgar casos a nivel internacional y, de este modo, comenzó a perseguir delitos contra la humanidad cometidos en sitios tan dispares como la cárcel de Guantánamo, Guatemala o Ruanda.

"SUMARIO 18/98" Otro caso importante, vinculado a Euskadi, fue el denominado sumario 18/98. En julio de 1998, ordenó la clausura del diario Egin y, de la misma manera, cerró varias empresas a las que acusó de pertenecer al entramado económico de ETA. En total fueron condenadas 46 personas, aunque el Tribunal Supremo revisó posteriormente la causa, y ocho de ellas quedaron libres de culpa.

Hace ocho años, en 2002, la Fundación de Artistas e Intelectuales por los Pueblos Indígenas de Iberoamérica y la Asociación Latinoamericana de Derechos Humanos propusieron a Garzón como Premio Nobel de la Paz por "trabajar por la paz, edificada desde la Justicia y la verdad". Sin embargo, su candidatura no tuvo recorrido y el galardón recayó en el ex presidente de los EE.UU. Jimmy Carter. Tres años después, en 2005, abandonó temporalmente la AN para asistir a unos cursos en la Universidad de Nueva York que fueron subvencionados por el Banco de Santander, lo que le ha conducido a uno de los casos que tiene abiertos ahora en su contra.

Y es que, además de por investigar los crímenes del franquismo, causa por la que ayer fue suspendido de sus funciones, Baltasar Garzón tiene abiertas otras dos. Una, por la financiación de los cursos en Nueva York y, otra, por las escuchas telefónicas de los abogados de los procesados en el caso Gürtel.