Novak Djokovic volvió a salir de un apuro en la segunda ronda ya que necesitó cuatro sets y más de tres horas de juego para superar al local Alexei Popyrin: 6-3, 4-6, 7-6 y 6-3, y alcanzar las 30 victorias seguidas en el Abierto de Australia. El tenista de Sidney tuvo cuatro bolas para llevarse el segundo set, pero como suele ocurrir tantas veces no las aprovechó y el número 1 del mundo sacó a relucir su instinto competitivo para capear el temporal sin mostrar su mejor versión de forma regular.

“Ese ha sido un punto de inflexión”, reconoció Djokovic, que también es consciente de que tiene que mejorar su nivel de juego si quiera llegar a su undécimo título. “En estas primeras rondas me enfrento a jugadores que no tienen nada que perder y aún no estoy en mi mejor momento, pero al menos sigo adelante”, comentó antes de medirse en tercera ronda al argentino Tomás Etcheverry.

Jannick Sinner, Andrei Rublev, Stefanos Tsitsipas o Alex de Minaur fueron otros de los principales favoritos que superaron la segunda ronda. También lo logró otro joven de 19 años, Luca Van Assche, la gran esperanza del futuro del tenis francés que eliminó al italiano Lorenzo Mussetti.