EL trabajo es una parte importante de nuestras vidas. Pasamos la mayor parte de nuestro tiempo en el trabajo y a menudo estamos bajo presión para cumplir con plazos, metas y expectativas. Cuando nos enfrentamos a situaciones estresantes en el trabajo, nuestras emociones pueden salirse de control y afectar a nuestra vida personal y familiar.

¿Por qué las emociones en el trabajo son importantes?

Las emociones en el trabajo son importantes porque afectan a nuestra calidad de vida. Si nuestras emociones están fuera de control, podemos sentirnos abrumados, ansiosos o deprimidos. Esto puede llevar a problemas de salud mental como el estrés y la ansiedad. Además, las emociones pueden afectar a nuestra productividad y nuestras relaciones con los demás en el trabajo.

Un coste carísimo

El coste anual en el estado español derivado del absentismo y las bajas por estrés alcanza los 80 mil millones de euros, más del 7% del PIB, según la AMAT (Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo). Según la AEEMT (Asociación Española de Especialistas en Medicina del Trabajo), tenemos el triple de bajas laborales y absentismo que la media europea. Pero, a la vez, se exige mayor productividad y efectividad.

Una de cada cuatro bajas que existen en el Estado es debida al estrés. Es un problema que afecta al 54% de la población activa y es el segundo motivo de bajas laborales.

El 79% de los ejecutivos están preocupados por esta situación, pero solo el 26% de las empresas toma medidas y esto coincide con lo que observo en consulta: la necesidad de un liderazgo positivo y constructivo que permita crear climas favorables en los puestos de trabajo, así como más recursos y ajustes de las expectativas en relación a los objetivos a corto y largo plazo a la realidad. Es decir, que el fin sea cuidar al empleado y ver qué necesita si se aprecia una bajada de ritmo de trabajo.

Autogestión emocional

La autogestión emocional en el trabajo es un tema crucial que puede tener un impacto significativo en la vida personal de los empleados y no solo en el área laboral.

Mantener un equilibrio saludable entre la vida laboral y personal es esencial para el buen funcionamiento del trabajador. Cuando las emociones negativas en el trabajo no son gestionadas adecuadamente, es probable que se transmitan a la vida personal y se conviertan en problemas en el hogar.

Estrategias

Pero existen algunas estrategias para gestionar las emociones en el trabajo y evitar que afecten a nuestra vida personal porque muchos trabajadores a menudo llevan el estrés y la tensión del trabajo a casa.

Autoconciencia emocional

La primera estrategia es la autoconciencia emocional. Es importante reconocer y aceptar las emociones que se experimentan en el trabajo. Esto implica ser conscientes de nuestras propias emociones y de cómo se manifiestan en el cuerpo y en el comportamiento. Cuando nos damos cuenta de que estamos experimentando emociones desagradables en el trabajo, como la ira, la frustración o la tristeza, podemos tomar medidas para gestionarlas. Una forma de aumentar la autoconciencia emocional es practicar la atención plena, estar presente en el momento y prestar atención a nuestras propias emociones sin juzgarlas. Así, podemos identificarlas y comprender qué se está sintiendo y por qué

Regulación emocional

La segunda estrategia es la regulación emocional, que implica la capacidad de gestionar nuestras propias emociones y comportamientos en respuesta a las situaciones en el trabajo. Cuando somos capaces de regular nuestras emociones, podemos manejar las situaciones estresantes de manera efectiva y evitar que se conviertan en problemas en casa.

Un espacio seguro

Una vez que se ha reconocido y aceptado las emociones, es importante crear un espacio seguro para expresarlas y, así, conseguir canalizar nuestras emociones. Es decir, permitirnos exteriorizar tanto la emoción como nuestra opinión, de forma amable y respetuosa con el otro. Esto puede incluir hablar con un compañero de trabajo de confianza o un psicólogo. También puede ser útil hablar con el superior sobre los desafíos, problemas y las emociones que se están experimentando. Si este es el caso, toma medidas para resolver los problemas, pero si no puedes resolver el problema, intenta encontrar formas de manejarlo o de lidiar con él.

Es importante elegir a alguien que sea respetuoso, comprensivo y capaz de escuchar sin juzgar. Al tener un espacio seguro para expresarse, se puede reducir el estrés y la tensión que se lleva a casa. Hablar sobre tus sentimientos puede ayudarte a procesar lo que estás sintiendo y a obtener una nueva perspectiva. A veces, solo necesitas desahogarte, sin embargo, si lo que te sucede es una situación repetitiva es recomendable acudir a un psicólogo para que te ayude a cambiar ese patrón y cómo dicha situación te hace sentir y te afecta en tu día a día.

–La tercera es la gestión de la relación, es decir, manejar las relaciones interpersonales en el trabajo de manera efectiva para evitar conflictos y tensiones innecesarias. Una forma de aumentar la gestión de la relación es la comunicación efectiva, expresando nuestros pensamientos y sentimientos de manera clara y respetuosa, y escuchando activamente las perspectivas de los demás. Al comunicarnos de manera efectiva, podemos evitar malentendidos y conflictos y mantener relaciones saludables en el trabajo.

–La cuarta es el equilibrio entre el trabajo y la vida personal: saber equilibrar las responsabilidades laborales y personales para evitar que se mezclen y afecten negativamente la salud mental y física y las relaciones familiares y sociales. Una forma de aumentar este equilibrio es estableciendo límites claros entre el trabajo y el hogar. Esto puede incluir establecer horarios definidos para trabajar y descansar, y asegurarse de que no se trabaje durante las horas de descanso. También es importante desconectar del trabajo cuando se está en casa. Esto significa apagar el teléfono del trabajo y evitar revisar el correo electrónico o trabajar en tareas relacionadas con el trabajo fuera del horario de trabajo.

Actividades placenteras

La quinta estrategia es encontrar actividades placenteras. Esto puede incluir actividades como la lectura, el ejercicio y pasar tiempo con amigos y familiares. Al hacer cosas que son agradables y placenteras fuera del trabajo, se puede reducir el estrés y la tensión que se lleva a casa. También se puede mejorar el estado de ánimo y la salud mental en general.

Control

La sexta es enfocarse en lo que se puede controlar. En el trabajo, hay muchas cosas que están fuera del control del empleado, como la actitud y el comportamiento de los compañeros, los plazos y la presión del trabajo. En lugar de centrarse en lo que no se puede controlar, es importante enfocarse en lo que sí se puede controlar, como la forma en que se manejan las emociones, la organización del tiempo y las prioridades, y la forma en que se aborda el trabajo.

Tomar descansos

Finalmente, la estrategia más importante es la de tomar descansos, porque sin ellos lo más probable es acabar quemados con nuestro trabajo y nuestra vida, sin ilusión, sin poder disfrutar de las cosas y sin tener ganas de nada. Si estás sintiendo emociones fuertes en el trabajo, tómate un descanso. Sal de la oficina y date un paseo, respira aire fresco y despeja tu mente. Si no puedes salir de la oficina, haz una pausa, cierra los ojos durante unos minutos y visualízate en una situación agradable y placentera para ti. Tómate un tiempo para relajarte y recargar tus baterías emocionales. l

Psicóloga