ESTE próximo domingo, 19 de mayo de 2013, Osakidetza-Servicio Vasco de Salud cumple 30 años de su fundación, aprobada por el Parlamento Vasco el 19 de mayo de 1983 y publicada en el Boletín Oficial del País Vasco el 1 de junio. Me lo recordaba quien fuera consejero de Sanidad del Gobierno vasco, Dr. José Manuel Freire, animándome a festejar dicha efeméride en un momento de escasas celebraciones y en tiempo de crisis. Recordaba, asimismo, su vivencia en Inglaterra, cuando el Reino Unido conmemoraba los 60 años de la creación del NHS (National Health Service), 1948, el que fuera modelo y envidia, como decían los ingleses, de los sistemas de asistencia médica colectivizada en el mundo occidental: "Asistencia preventiva y curativa completa a todo ciudadano sin excepción, sin límite de ingresos y sin barrera económica en cualquier aspecto que signifique entorpecerla".

Los ingleses, modelo de sociedad civil fuerte, aquel año de 2008, salieron todos, con actos festivos, repique de campanas incluido, para rememorar lo que debe ser considerado como uno de los mayores logros en la historia de humanidad. Si miramos al pasado, al más reciente incluso, no podemos dejar en el olvido lo que ha sido la asistencia al humano enfermo y la conquista moral reciente que supuso el derecho de cualquier ciudadano a ser asistido en caso de enfermedad. Hasta bien avanzado el siglo XIX no hubo sistemas de asistencia médica colectivizada. Los primeros surgieron en la Alemania de Bismarck, en 1884; la Rusia zarista, en 1864, tres años después de la liberación de los siervos; y más tarde Austria, en 1888; Hungría (1891), Luxemburgo (1901), Noruega (1909), Suiza (1911) y Francia (1928). Todos ellos son, más o menos, copia del sistema alemán y fueron perfeccionándose -digámoslo así- hasta llegar al modelo ejemplar del NHS inglés.

La situación en España siempre fue de retraso con respecto a Europa. A partir de 1960, se fue adaptando el seguro obligatorio de enfermedad al modelo del NHS y tras la implantación del régimen democrático se fue imponiendo a todo el país, tomando incluso su nombre. Osakidetza-Servicio Vasco de Salud es una espléndida realidad, un logro de valor incalculable, un modelo que concita unanimidad en la sociedad vasca, sin reparo alguno, un sistema que nos hemos dado todos los vascos y apostamos por él, sin reservas. Los agoreros de la crisis del Estado del bienestar van ganado una batalla muy peligrosa, cierto que el sistema tiene sus fallos, que los recursos son limitados, que la medicina es cada vez más cara y tecnologizada, que se abusa de ella, que no somos conscientes, o sí, de lo que hoy tenemos y podemos perder... Y hemos perdido ya algunos logros, más en otras autonomías que en la nuestra. La asistencia universal ya no lo es para algunos, pues ha surgido la condición del asegurado, quedarían fuera algunos inmigrantes, los mayores de 26 años, los que perciben rentas muy altas (100.000 euros/año). Acechan, como siempre ha sido, lo seguros privados, y otros intereses, que se van imponiendo más en aquellos lugares en donde falla el sistema público, o se va desmantelando con razones, a veces, no claras. No digo que no deban existir, deben estar, pero en un equilibrio entre lo público y lo privado.

Pero, como decía, el domingo es día de celebración, de rearfimación y de valoración muy positiva de qué ha sido y es Osakidetza para la ciudadanía de Euskadi y de los que nos visitan y se sorprenden del alto nivel de nuestra asistencia sanitaria. Por un lado, apoyemos al actual consejero de Salud, Dr. Darpón, en su decidida política de mantener y apostar por Osakidetza. Cuidemos a nuestros médicos, enfermeros y demás personal sanitario, son el gran capital del sistema, que vive ahora recortes y sacrificios. Comprendamos sus legítimas aspiraciones, y entre todos, mantengamos el sistema de salud, que tanto nos ha costado. Finalmente, la sociedad, los ciudadanos, los usuarios o clientes, como quieran llamarse, una llamada a la responsabilidad, a la educación sanitaria: no podemos permitirnos todo, tendremos que ser racionales en nuestra demanda, eliminemos los abusos y pensemos más en clave de colectivo. Siempre nuestra sociedad vasca, y es uno de sus valores, ha tenido presente el sentido de la solidaridad el bien y el interés común. Zorionak, Osakidetza!