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Los dirigentes cristianos del PP, los presos de ETA y los disidentes de la 'vía Nanclares'

MUCHOS creemos que el PP está cometiendo grandes injusticias con el colectivo de presos de ETA -dispersión, alejamiento de sus familias, no liberación de los muy enfermos, etc.-; pero donde ya resulta del todo incomprensible la política penitenciaria del PP es con los presos disidentes de ETA de la vía Nanclares.

En muchas ocasiones, los máximos responsables del PP han afirmado que tras la desaparición de ETA cambiarían sustancialmente la política penitenciaria con estos presos. Tenemos a los presos disidentes de la vía Nanclares que hace ya muchos años públicamente se han desvinculado de la organización armada, han tenido encuentros personales con víctimas de ETA, han reconocido sus errores, han sido -ellos y sus familias- calumniados, despreciados, considerados traidores por ETA y el colectivo? y como respuesta se les impide acceder a los beneficios penitenciarios regulados por la propia ley. No olvidemos que estos presos observan un comportamiento ejemplar durante mucho tiempo, refrendado por las autoridades de las prisiones.

Una vez escribía Mayor Zaragoza: "Que nada sea inexorable, irreversible. Que nadie sea dogmático, fanático. Que todo sea remediable y discutible. Este y no otro es el panorama que debemos ofrecer a todos los seres humanos sin excepción, para que todos puedan alzarse, sobreponerse, afianzarse, a pesar de las adversidades y penurias".

Vuelvo al título del escrito: ¿Cómo intentar ser un político cristiano con respecto a estos de Nanclares y a todos los presos? Acudiendo a Jesús, a su vida y a su evangelio.

Mt. 18,21: "Entonces se le acercó Pedro y le preguntó:

- Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces tengo que perdonarle? ¿Hasta siete veces?

Le contestó Jesús:

- No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete".

Lc. 15,7: "Os digo que, de la misma manera, habrá más fiesta en el cielo por un pecador que se arrepienta que por noventa y nueve justos que no necesitan arrepentirse".

El Papa Francisco nos habla con frecuencia de la bondad, de la misericordia, del perdón? ¿Cómo actuamos en la vida pública si nos manifestamos como cristianos?

Muchos obispos hablan de la justicia que se debe a las víctimas de ETA. Y me parece bien. Pero ¿hablan alguna vez de la reinserción de los presos? de la injusticia -sic- que se está cometiendo con los de la vía Nanclares?

Me parece que el Gobierno del PP en este asunto está instalado cómodamente sin hacer movimiento alguno para humanizar -aún cumpliendo estrictamente la ley- la situación y problemática de estos presos. Un político que se dice cristiano no puede actuar de esta forma inmisericorde. ¿Actuaría así Jesús?

¡Qué diferente forma de actuar tuvo el Gobierno italiano con los disidentes presos de las Brigadas Rojas! Que se lo pregunten a Adriana Faranda y compañeros/as. Esta dirigente estuvo en Bilbao el año pasado en un congreso y nos dio un ejemplo admirable tras su salida de la cárcel tras 16 años. ¿Por qué no dar una posibilidad parecida a los presos disidentes de Nanclares? Estoy seguro que todos ganaríamos mucho en convivencia, en reconciliación, en aprendizaje de los errores pasados...