Un tercio y un carajal
LA mayoría del Parlamento Vasco, la mayoría política, la mayoría sindical, los empresarios, las encuestas,… están pidiendo un inmediato adelanto electoral y un gobierno fuerte que pueda hacer frente a la actual situación. Pero el PSE dice que no, que si los nacionalistas gobiernan en minoría, ¿por qué no pueden hacerlo ellos? Patxi Baztarrika ya le ha contestado. El argumento es simple: Ibarretxe estuvo al frente de la minoría mayoritaria (de la primera fuerza en sufragios y escaños). López, no. Y esto está claro. Por otro lado, si los inspiradores del Gobierno del cambio (aldaketa) repasan sus propias tesis, se podrán dar cuenta sin dificultad que lo que legitimaba al Ejecutivo de Patxi López (la "mayoría parlamentaria") es lo que lo deslegitima en la actualidad.
Y, mientras debatimos entre si son galgos o podencos, el PSE ha comenzado una campaña que produce sonrojo. La consejera de Cultura, Blanca Urgell, atribuía el fracaso de su ley de Juventud a un pacto de "las derechas vascas". No dice que, en contra, votaron también "las izquierdas vascas" que, por cierto, forman parte de la segunda fuerza electoral del país. Y se quedó tan tranquila. El carrillista Prieto (Txarli) se atrevió a sugerir que el PNV no trabajaba. Eso sí: no contabiliza las competencias logradas por los jeltzales desde 2009 (por cierto, claves para el futuro inmediato). Y se olvida del incidente Homer. José Antonio Pastor dice de todo. Por ejemplo, pide "responsabilidad" para que se le aprueben sus presupuestos para 2013 (después de no haber admitido una sola enmienda del PNV hasta ahora y de que la aprobación de los presupuestos de Ibarretxe la supeditaran a la aprobación de los presupuesto de Zapatero: do ut des) y, además, está convencido que van a sacar no-se-cuántas-leyes tras los batacazos de las leyes de Juventud y de Cajas en una clara demostración de la incapacidad de su partido para llegar a acuerdos de enjundia más allá de la pura propaganda. Cuando acusa al PNV de tener "un programa oculto", siendo portavoz del partido que jamás iba a votar con "las derechas"…
O el lehendakari que se empeña en poner en el mismo barco al PP, al PNV y a los recortes. Y tiene gracia.
Seguramente el paciente lector habrá leído declaraciones de destacados miembros del PP cuando decían que el PNV era corresponsable de lo que hacía o dejaba de hacer José Luis Rodríguez Zapatero. Ahora les toca a los socialistas afirmar lo contrario: el PNV es colaborador necesario en la política de Rajoy. El que sea o no verdad es lo de menos. Repásense las votaciones del Grupo Parlamentario Vasco en el Congreso de los Diputados.
El Gobierno vasco está noqueado. Está arrastrando a la política vasca hacia un carajal en medio de una crisis económica brutal y su incapacidad de afrontarla de forma inteligible. Además del arrastre de la marca España, la multiplicación de la deuda vasca por siete en tan solo tres años es un hecho insólito que también influye en la peor calificación de la Comunidad. Es cierto que, en esto, el PP es tan responsable como su socio preferente. Trata de colar sus recortes de rondón, pero, claro, los docentes prejubilados, por ejemplo, no son tontos y están pidiendo el regreso a la carrera con lo que ello supone. Todo el entramado institucional está sujeto con alfileres. Los sanitarios ya han advertido (de nuevo) a Bengoa. Ya han surgido protestas sobre la macro-oposición del fin de semana (a ver en qué acaban).
Pero el verdadero problema hoy es la economía. Hay que repensar el modelo productivo (con todo lo que arrastra) y la formación. Por ejemplo, la formación profesional (también la contínua: que debe salir de los txiringuitos sindicales) debe ser profesional y reglada. El esfuerzo público debe ir dirigido (sobre todo) a la economía productiva. Hay una frase de José Luis Bilbao que define muy bien esta situación: "Primero, hay que sembrar para poder recoger y luego, repartir". El PSE (y Bildu) son más de recoger y repartir sin sembrar. Y si hay que endeudarse... ¡alegría! Nunca el "pan para hoy y hambre para mañana" ha tenido tanta significación. Si la gestión de lo público por la "mayoría parlamentaria" ha multiplicado por siete la deuda vasca, el tercio en campaña puede resultar demoledor. Recuérdese que uno de los grandes éxitos de viaje del lehendakari vasco a la India fue la firma de un acuerdo entre la Spri y el Grupo Mondragón. ¡Impresionante! Recuérdese que el tiempo en automóvil entre Gasteiz y Arrasate, sin correr mucho, es de treinta minutos. Euskadi es un carajal gracias al PSOE: lo es en la Comunidad Foral de Nafarroa y en la CAPV. La obsesión antinacionalista de los socialistas propició la situación que hoy vive en Navarra con una crisis económica sin precedentes (no vale culpar de todo a UPN) y con instituciones señeras en liquidación (como la Caja de Ahorros de Navarra). En la CAPV, otro tanto. Cada minuto del Gobierno del tercio despeja el camino a esos recortes de los que tanto hablan.