La mano derecha de la frutera la ha vuelto a liar. Sin miedo a repercusiones negativas judiciales, ni por supuesto electorales, Miguel Ángel Rodríguez, jefe de gabinete de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha vuelto a mentir. Tachó en redes sociales de falso el testimonio de la hija de una fallecida en una residencia durante la pandemia, emitido en el programa de Évole, para luego rectificar y admitir que era cierto. La señora contó cómo su madre murió en una residencia sin que la trasladasen a un hospital, pero MAR negó que ni siquiera estuviese internada. En la Puerta de Sol se engrasa la máquina de bulos. Porque Rodríguez sabía la verdad desde el principio. Solo usa la misma táctica que Mazón con la dana. Niega la mayor, menosprecia y pelotas fuera. Y si eso, un “lo siento” con la boca pequeña. Comunidad de Madrid: 15% de la población española y un 35% de fallecidos. Por la libertad de IDA, por supuesto. 7.292 mayores muertos, abandonados a su suerte. Y pasan los meses y los años y los presuntos responsables, en sus puestos. Pero MAR, que junto a Tellado cubre la cuota de matonismo en el PP, se pitorrea. “Sujétame el cubata, que voy a poner un tuit”, debió decir el otro día, acostumbrado a mentir más que habla. Algo me estoy perdiendo cuando los madrileños siguen votando en masa a esta pareja. A mí, me resulta tan repugnante la marioneta como el titiritero.
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