"¡PUTAS, salid de vuestras madrigueras!”. Hace un año, un vídeo de los estudiantes de una residencia se hizo viral y suscitó el rechazo de toda la comunidad universitaria y también del resto de la sociedad. No era la primera vez que insultos, novatadas y otras lindezas ponían en cuestión los valores de unos estudiantes llamados a dirigir el país dentro de unos años, curarnos en hospitales o enseñar a nuestros hijos. En aquella ocasión eran alumnos del Colegio mayor Elías Ahuja (Madrid) insultando a sus homólogas de Santa Mónica. No encuentro la gracia que provoca humillar a tus compañeros o compañeras para pasarlo bien. Procuro alejarme de esas personas que para divertirse necesitan siempre a alguien en quien cargar sus miserias y seguramente sus miedos. Ahora se ha aprobado un nuevo reglamento de faltas y sanciones para arbitrar lo permitido o no en la Universidad del País Vasco. Según el nuevo texto, se consideran faltas muy graves, por ejemplo, las novatadas o el ejercicio de violencia grave física o verbal. En este apartado de lo muy grave entran también el acoso por razón de sexo o género, la discriminación, el plagio, los fraudes... Bienvenido sea, aunque resulta un tanto preocupante que sea necesario prohibir y recoger en un reglamento algo que no tiene defensa. ¿O es que hasta ahora sí se podía humillar o incluso ejercer la violencia en clase? Ya, hay que regular hasta el sentido común.