ACE algunos años me invitaron a comer con un famoso periodista, cuyo nombre omitiré, aunque no resulta complicado averiguar si digo que ha vendido millones de libros. Fue una de las comidas más violentas de mi vida. Resultó tan maleducado que acabamos levantándonos varios de la mesa. No hay que aguantar determinados comportamientos. Meses después, me llamaba su editorial porque el escritor iba a visitar Euskadi y querían que le hiciera una entrevista. Su comportamiento fue totalmente diferente. Como Umbral, él había venido a hablar de su libro. Esta semana he recordado esta anécdota cuando oigo a los antivacunas y negacionistas persistiendo en sus ideas contra todo razonamiento científico lógico. Solo quieren hablar de lo suyo. Afloran con más potencia que nunca las teorías cospiranoides y las falacias informativas. Austria y Alemania, con récord ya de contagios, viven en la tiranía de la minoría, la de ese porcentaje de negacionistas y personas que reniegan de las vacunación, adueñándose con ello de la suerte de una mayoría social. En Euskadi los jueces acaban de rechazar el uso del pasaporte covid para entrar a restaurantes y discotecas, que había solicitado el Gobierno vasco para atajar el incremento de los contagios. Ante semejante situación, solo queda pedir responsabilidad individual y un poco de esfuerzo para llegar bien a la Navidad. Si no, nada impedirá que nos adentremos en esta sexta ola del covid.

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