OQUE lo define el diccionario de la Real Academia de la Lengua como "toda vela triangular que se orienta y amura sobre el bauprés y, por antonomasia, la mayor y principal de ellas, que es la que se enverga en un nervio que baja desde la encapilladura del velacho a la cabeza del botalón de aquel nombre", cuando lo normal es decir que es la vela de proa. Consuno es para la docta institución hacer algo "juntamente, en unión, de común acuerdo". También define crencha, palabra que posiblemente no usen ni los peluqueros, como "la raya que divide el cabello en dos partes". Quizás solo los odontólogos sepan que diastema es el "espacio más o menos ancho en la encía de muchos mamíferos, como los roedores, los equinos o los rumiantes, que separa grupos de piezas dentarias" y que por extensión alude al espacio entre los incisivos centrales de los humanos. Y esta seguro que no la conocen ni los mejores profesionales detrás de una barra, esos a los que ahora echamos tanto de menos, a los que nunca he oído decir: ¿Cómo te gusta la cerveza, con giste o sin giste?". Porque giste es, simple y llanamente, la espuma de la cerveza. Por eso, cuando los políticos nos prometieron una "nueva normalidad", nos estaban advirtiendo de que, a partir de entonces, y va para un año, nada volvería a ser igual. Es su argot, su manera de hablar sin decir nada y sin comprometerse a nada. Su gran mentira.

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