DESPUÉS de la alerta por listeriosis, al Ministerio de Sanidad solo le falta decretar un SOS cagón. Porque hacer caca en el agua ha sido el escatológico reto viral de este verano. Un challenge al que se han apuntado en masa adolescentes de entre 12 y 16 años de toda España que se han dedicado a hacer un remake de Charlie y la fábrica de chocolate y que ha obligado a cerrar unas cuantas piscinas públicas en varios municipios. Todos los medios han informado de los incidentes porque este año tocaba un momento All Bran en piscinas anocilladas. Tener un planeta marrón, aparte de la insalubridad que genera, también provoca serios problemas de salud. Pero ¿qué se le va a hacer? Como en España se cagan en todo... también evacúan en aguas públicas. Los que se quedarán bastante estreñidos son los progenitores de los angelitos caganers que tendrán que apoquinar una multa de 1.500 euros para aliviar la fechoría de esos descerebrados a los que Roca les hizo una perdida en la calle. Pero para resolver un asunto tan turbio y ya que les mola el marrón -y nunca mejor dicho- propongo tres correctivos. Podrían retirar boñigas de granjas, limpiar wáteres en estaciones de autobuses o cambiar pañales a los abuelos en los hospitales y residencias públicas. Sería mano de santo. No se les vuelve a ocurrir soltar lastre en zonas públicas. No vuelven a liberar a Willy ni en el retrete de casa.

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