HAZ que no pase que miles de jubilados deban manifestarse cada lunes para dejar de sobrevivir con arena en los bolsillos. Que no pase que cientos de miles de mujeres tengan que salir a reivindicar el próximo 8-M sus derechos para que no haya una asesinada más por violencia machista. Que no pase que otros tantos jóvenes se vean obligados a emigrar en busca de un puesto de trabajo decente y acorde a su capacitación. Que no pase que este año se supere la histórica cifra del anterior de más de 70.000 afectados por desahucios en el Estado. Que no pase que haya casi 1.500 políticos imputados por corrupción y adheridos en su mayoría a los dos principales partidos españoles. Que no pase que por dar la palabra al pueblo haya dirigentes en prisión preventiva y exiliados en otro país víctimas de una fabulada teoría de la rebelión. Que no pase que el tripartito de San Telmo coja el AVE hacia La Moncloa para imponer un modelo cuyo único eje vertebrador sea el discurso rojigualdo. Que no pase que se te cruce un publicista capaz de minar tus posibilidades con un ambiguo eslogan como el Haz que pase de Pedro Sánchez, y cuya portavoz, Isabel Celaá, comparó con el Haz que cuente del Titanic, dando lugar a las chanzas de propios y ajenos por falta de reflejos. “Sí, se hundió. Pero lidera los Oscar con 11 premios y 14 nominaciones”, debió replicar. Lo que debe pasar, cuanto antes, es esta campaña donde solo importa el continente y no el contenido.

isantamaria@deia.eus