SÁTRAPA consentido por la mayor parte de la comunidad internacional, empezando por el muy progresista Gobierno español de Pedro Sánchez: Cuatro días tardó en hacer acto de presencia entre sus conciudadanos, después del peor seísmo de la historia de Marruecos. Mientras las cifras de muertos, heridos y desaparecidos crecían sin parar, apenas se supo de usted fugazmente a la vuelta del enésimo viaje a Francia el pasado sábado. Al humo de las velas, el martes se presentó en un hospital para dejarse fotografiar besuqueando niños y sonriendo junto a los heridos como si estuviera en una fiesta. Actúa así porque se sabe impune. Nada le pasa factura ni en el exterior ni, por desgracia, el interior de Marruecos. Da para pensar. Y mucho. l