PRESIDENTA del Parlament de Catalunya a un paso del banquillo: Supongo que a esta hora ya tiene claro que se aproxima el final de su carrera política. Sí, justo ahora que acaba de recibir de manos de Carles Puigdemont la presidencia de Junts. Por lo que leo y escucho, ni la CUP ni ERC van a mover un dedo a su favor. Es del todo razonable, si pensamos que los delitos de los que se le acusa pertenecen al ámbito de la corrupción monda y lironda. Pero si en otras ocasiones se ha impuesto el comodín de la persecuención política, esta vez, ya le digo, todo apunta a que la dejarán caer. Su antecesora en el cargo, Carme Forcadell, le pide que no dañe el prestigio de la institución. Traducido, que se vaya usted antes de ver cómo la echan los suyos.