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Trasnochar para ahorrar en el recibo de la luz

Trasnochar para ahorrar en el recibo de la luzEfe

por unos euritos - Es el chiste del momento: “Tienes ojeras, eso es que has estado poniendo la lavadora y planchando esta madrugada”. Para mi asombro (o quizá no) también hay quien se lo ha tomado en serio y ha empezado a adquirir esos hábitos nocherniegos en materia de consumo eléctrico. Todo sea por el ahorro, es decir, por el presunto ahorro. Un tres por ciento de rebaja, cifra oficial aportada por la ministra y vicepresidenta cuarta, Teresa Ribera. Puede ser un dinerito, pero no parece que lo suficiente como para perder horas de sueño propio y de los vecinos. Mucho menos, si jamás será posible demostrar que tal cantidad es real porque el recibo de la luz ha sido, es y será un galimatías del nueve largo imposible de interpretar. Por lo demás, como le leí ayer a Manuel Jabois, a los que viven sin grandes apreturas no les merecerá la pena el esfuerzo. Sin embargo, quienes deben mirar cada céntimo porque van tiesos se desvelarán literalmente para ver si rascan un par de euros al mes.

Subidas sin fin - No quiero ponerme excesivamente demagógico, pero para más recochineo, la medida llega al mismo tiempo que se baten todos los récords del precio de la electricidad. Recuerdo las barrilas que se montaban en tiempos de Rajoy cuando íbamos de hachazo en hachazo. Se decía que esto con un gobierno de izquierdas se frenaría en seco. Pero tenemos en el Estado el gabinete nominalmente más de izquierdas de los últimos cuarenta años y vemos que sigue pasando. A ver quién es el guapo que le pone el cascabel a las compañías y se arriesga a perder la futura puerta giratoria propia o de un pariente. Resulta más práctico inventarse un birlibirloque como este de las franjas y, de propina, vender al personal que se trata de reducir el daño al medio ambiente. A otro perro con ese hueso, que ya tenemos una edad.

¿Somos culpables? - No niego, en todo caso, que hay una parte que nos interpela a los ciudadanos. Seguro que podemos hacer algo para reducir nuestro consumo personal o familiar incluso notablemente. Otra cosa es que se dé la impresión de que por pasar la aspiradora a las doce del mediodía de un martes somos los culpables de la deforestación de la Amazonía y del agujero de la capa de ozono. Y a todo lo anterior hay que sumar alguna que otra hipocresía más. No pocos de los que cantan las mañanas con las energías limpias montan tremendos pifostios por la instalación de parques eólicos aquí o allá. Algún ejemplo cercano y muy reciente tenemos. Se ve que las ideologías también van por franjas.