LAS calles de Bilbao volvieron a llenarse ayer de una marea rosa solidaria y comprometida en la celebración de la sexta edición de la carrera popular organizada por la asociación Acambi, que lucha contra la incidencia del cáncer de mama y trabaja en la concienciación social para la prevención de esta dolencia. La extraordinaria repercusión social que tiene esta multitudinaria movilización -que año tras año cuenta con la colaboración de DEIA-, en la que toman parte más de 10.000 personas de todas las edades, supone un gran paso en la necesaria sensibilización con un problema que afecta de manera grave a miles de personas, en su mayoría mujeres. No en vano el de mama sigue siendo la causa principal de muerte por cáncer en Europa, y también en Euskadi. En este contexto, la carrera popular de Acambi va mucho más allá de la necesaria muestra de solidaridad con las afectadas y cumple además con varios objetivos fundamentales en la lucha contra el cáncer. En primer lugar, respecto a una mayor difusión de la enfermedad y, con ello, de la concienciación en la necesidad de que todos adoptemos medidas de prevención. En este sentido, el concepto mismo de esta movilización -una carrera sin ánimo competitivo alguno- es un paso clave hacia esta sensibilización, dado que está demostrado que el ejercicio físico reduce el riesgo de desarrollar el cáncer de mama y, además, puede mejorar las consecuencias e incluso los niveles de supervivencia de las pacientes que padecen este tipo de tumor. Asimismo, supone un impulso económico importante en el fomento de la investigación, ya que el importe íntegro de la recaudación de las donaciones de los miles de participantes se destina a financiar los trabajos que realiza en el centro Biogune el equipo de la doctora María del Mar Vivanco, centrados en el estudio de las razones por las que algunos tumores no responden a determinadas terapias y en las alteraciones que se producen cuando el tumor empieza a formar la metástasis. Prevención e investigación son los dos pilares sobre los que se asienta la lucha contra el cáncer de mama. Los grandes avances logrados en los últimos años, que han incrementado de manera notable la supervivencia de las mujeres afectadas, son la gran esperanza a futuro para frenar la enfermedad. Y en esta lucha todos estamos implicados.