I hoy 11 de octubre es la fiesta de la Virgen de Begoña, no sé muy bien por qué en algunas guías y páginas web de la villa de don Diego asignan el 15 de agosto al evento religioso. Podría ser porque en verano el tiempo acompañe mejor a la romería nocturna, a los puestos de rosquillas y a la misa de maitines. De ser este el argumento, parecería razonable solicitar el cambio para que el Papa Francisco lo permitiera, traslación que no creo que molestara mucho. O quizá sí, porque sus últimos actos de petición de perdón, sea por los excesos "evangelizadores" en la conquista de América, sea por la corrupción en las cuentas vaticanas, o sea por la abulia de las jerarquías católicas ante los abusos a menores durante décadas, parece que no han sentado nada bien, en especial a los furibundos defensores tradicionalistas del catolicismo como polea de transmisión de poder, también del poder civil se entiende. Escuchando a la derecha-derechona-derecha siniestra de M.Aznar-D.Ayuso-S.Abascal con complejo de Eróstrato, entiendo que si en su credo el Papa es infalible y aun así yerra, el fallo es achacable a que en cónclave pontifical el Espíritu Santo se debió equivocar. Mal asunto. Es redundar en el retruécano boqueado por el Nobel Vargas Llosa, "lo importante en democracia no es votar, sino votar bien en democracia", o sea, que para estos prebostes el don del Espíritu Santo no es elegir un Papa sino el que diga/haga lo que ellos quieran. Amén.

Aunque viendo este viernes a más de siete millones de coches copando las carreteras del primer puente del año en libertad sin mascarilla, la conquista del imperio azteca, las peticiones de perdón del Papa, los excesos contra los indígenas masacrados y hasta el desfile patriótico militar del mañana Hispánico, no parece importar demasiado a estos millones de desplazados festeros con fecha de retorno prefijada.

Al retornar habrá que seguir pagando la luz a precio de angula fresca, y comprobando las malas pulgas de las eléctricas ante el recorte de beneficios que responden como miuras envalentonados con recorte en inversiones y contratando a Carmona, plan provocativo puerta-giratoria.

Retorno para hablar de la subvención de 250 euros a jóvenes para que puedan independizarse de mammyhotel y alquilar vivienda, cosa que me deja un tanto perpleja, porque si tuvieran un trabajo estable y bien remunerado no necesitarían subvención, así que ¿por qué no se les consigue empleo digno en lugar de subvención tomaycalla?

Vuelta de minipuente con la tercera dosis de la vacuna antiCovid en puertas, decisión sanitaria que, excepto en inmunodeprimidos y crónicos, se me antoja de un egoísmo social atroz, con países donde ni el 1% de la población ha recibido la pauta completa. Claro, no pueden pagar y nosotros sí.

Mucho más acerada que la duda sobre la fiesta de Begoña es la que me genera la retirada que hace la fiscalía de cargos contra el borbón inmigrante de lujo. Conjugan inviolabilidad e inmunidad como impunidad, pero ¿ni reconociendo el delito con la regulación tramposa de favor se le puede meter mano?, a quien dijo que "la justicia es igual para todos".

Menos mal que la OMS ha aprobado la primera vacuna (eficaz) contra la malaria, que de manera experimental ya han recibido 800.000 niños subsaharianos. Seguirán necesitando mosquiteras tratadas y estructuras de saneamiento, pero con esa vacuna la esperanza amanece para más de cuatrocientos millones de personas. Los científicos nos dicen que los problemas están en la Tierra y que aquí se deben resolver, así que el cielo de Begoña quizá pueda esperar.

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