EL paracaidismo es una actividad de riesgo. Y en campañas electorales se practica con profusión, a menudo con el salvavidas aéreo mal plegado. Dos días de campaña en Euskadi y mientras media Bizkaia se ha desplazado a Sevilla y otra media también aunque sea en espíritu, ya han aterrizado por aquí varios primeros espadas de la política española: Irene Montero, Alberto Núñez Feijóo, Pedro Sánchez y Santiago Abascal. No resulta exagerado afirmar que todos ellos han patinado un poco o un mucho en algunos de sus mensajes. Llegan, sueltan el discurso y a otra cosa. Pero volverán.